TENOSIQUE, TAB.- Cientos de personas hombres, mujeres, niños y adultos mayores dieron vida una vez más a la milenaria y ancestral “Danza del Pochó” en su edición 2024.
Desde tempranas horas se observó la presencia y el movimiento de personas que llevaban en sus manos, hojas de castaña, sombreros adornados con flores, hojas de plátano secas, lías de henequen, telas blancas, costales y sin faltar el shiquish fabricado con semillas de changala y madera de guarumo.
De la misma manera las pochoveras, los tigres o balones los cuáles luego de reunirse comenzaron la caminata por las calles marcadas así cómo danzar en casas de personas conocidas o de quiénes fueron parte importante dentro de la danza, esto a manera de reconocimiento por las nuevas generaciones de danzantes.
A pesar del clima lluvioso y fresco cientos de familias salieron de sus hogares para ser testigos una vez más de esta milenaria tradición que según las investigaciones dejaron cómo legado los ancestrales Mayas.
La plaza central es el escenario principal hasta dónde llegan todos los danzantes y tras formar un gigantesco círculo al ritmo del tambor y el carrizo inician con los movimientos típicos cómo si el sonido los transportara o los hiciera entrar en un transe por varios minutos que es cuándo se dice iniciaba la lucha entre el dios maligno Pochó y los hombres de madera (cojoes).
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