Mujeres, forjadoras de la vida misma y de un país

José Martínez

La mujer representa un pilar esencial en toda familia. Es una fortaleza pura. Históricamente le ha costado hacerse presente, porque en siglos pasados era un ente casi invisible.

Luchó para poder votar, entrar a la academia, en lugares que sólo estaban exclusivamente destinados para los hombres. Su proceso para ser tomada en cuenta, sin dudarlo, costó el sacrificio de algunas vidas.

En México, algunos de los nombres que pueden mencionarse, y que a lo largo de su historia rompieron paradigmas fueron independentista Leona Vicario (1789-1842), la escritora feminista Laureana Wright (1846-1896), la primera médico mexicana, Matilde Montoya (1859-1939), las revolucionarias Florinda Lazos (1898-¿?) y María Valentina Ramírez (1893-1979), la activista que luchó por el voto de la mujer en México, Elvia Carrillo Puerto (1878-1968), la luchadora social Amalia González (1898-1986) y la activista Esperanza Brito de Martí (1932-2007).

Pero la lista es interminable, ya que en el país existen otras mujeres que desde su propia trinchera luchan todos los días para salir adelante. Las que salen muy temprano a trabajar o regresan en la madrugada, porque su horario laboral así lo indica, pero sin el mayor pretexto son parte de la cultura que va formando a un México distinto.

Conmemoramos a estas mujeres de comunidades en el Día Internacional. A estas mujeres que sin saber leer ni escribir, pero con todo su carácter a cuesta pueden sacar adelante a sus hijos y hacerlos hombres y mujeres de bien.

A esas mujeres cuyas manos están con cicatrices, con marcas del tiempo, gruesas porque no descansas ni un día. A ellas, todo nuestro respeto y admiración, porque no es lo mismo ser feministas por un día, o ser feministas por participar en una marcha donde sólo se dedican a manchar paredes, destruir monumentos, y gritar palabras altisonantes.

No. Creemos que es todo lo contrario. La mujer tiene sus sueños, esperanzas, capacidad, profesionalismo, pero cuenta con un corazón, una pasión por la vida, es de ideas, carisma, reflexión, fuerza, ternura, compromiso y empatía. La mujer es apoyo, humanismo, cambio, autonomía, entre muchos adjetivos.

México tiene esa suerte de contar con estas mujeres, las cuales son detonantes para el desarrollo, y que vienen de menos a más. Porque un día no basta para celebrarlas, tiene que ser diario, porque más que inspiración son quienes van marcando la vida. Muchas felicidades en su día.

HABERES

Fernando Mayans no sólo cambió de color sino de piel. Ahora se va a Movimiento Ciudadano en busca de la alcaldía de Centro, y se topará de frente con Yolanda Osuna, quien busca la reelección en ese puesto popular. El Mayans no encontró acomodo en una candidatura de Morena, y –como otros casos- aceptó o buscó el ofrecimiento de otro partido. Lo cobijan Dante Delgado y Pedro Jiménez, así como Gerardo Gaudiano en Movimiento Ciudadano. ¿Camino sin retorno?