Campañas políticas, insultos y la necesaria prudencia de aspirantes

José Martínez

Como era de esperarse, las expresiones ofensivas de Lorena Beaurregard hacia los tabasqueños, mereció la condena unánime de actores políticos y ciudadanía en general, a quien le reprocharon su imprudencia y falta de tacto político.

Sólo quienes son vigilantes y promotores de la educación cívica, los consejeros del IEPCT, han guardado silencio. Y el que calla otorga.

No obstante ese monumental yerro de la candidata a la gubernatura del PRI y del PAN, no ofreció disculpas por dirigirse de modo irrespetuoso a los ciudadanos. No se retractó e insistió en llamar zalamera, lamebotas, y demás  a la gente que no según ella exige sus derechos al (actual) gobierno.

“Yo jamás me desdigo de lo que digo, yo sostengo lo que digo porque estoy convencida de que los ciudadanos no tenemos necesidad de andar de zalameros detrás de los políticos”, reviró a quienes la han cuestionado por su falta de respeto hacia los tabasqueños.

Esa necedad refleja soberbia, insensatez e insolencia, actitudes que la ciudadanía repudia en los políticos que creen que pueden tratar a la gente como les venga en gana, sin mostrar la más mínima consideración y respeto.

Se puede estar de acuerdo o no con las críticas hacia la ciudadanía por no exigir a los gobernantes que cumplan con su responsabilidad, pero hay modos para dirigirse a ella sin necesidad de recurrir al insulto.

Un político que ofende y no acepta que se equivocó ni ofrece disculpas, carece de principios y de valores y se muestra como lo que realmente es: un vulgar politiquero, pagado de sí mismo, que nada ni nadie lo merece.

La política, dice la definición clásica, es una ciencia y el arte de gobernar, es procurar el bien común y adquiere sentido cuando se pone al servicio de los demás, algo que difícilmente se le da a Lorena Beaurregard. Tampoco se le puede pedir peras al olmo.

La candidata opositora ni la burla perdona y se contradice ella misma al señalar que “nosotros como políticos somos los que tenemos que ir a buscar a los ciudadanos para convencerlos de que somos la mejor opción”.

Pero más bien parece empeñada en que la gente tenga en claro que ella no es, ni por asomo, la mejor opción, sino que representa a una clase política anquilosada, gastada, que siempre ha visto a los ciudadanos por encima del hombro, como reserva electoral, sin tenerles el más mínimo respeto. Si de algo está harto el pueblo es de actitudes y actores politiqueros.

HABERES

Excelente iniciativa la de un grupo de amigos, conocidos y ex colaboradores del que fuera gobernador Enrique González Pedrero quienes en para conmemorar el natalicio de la escritora y promotora social Julieta Campos sembraron un framboyán en el sitio donde esta gran mujer, fallecida en 2007, plantó una especie similar pero que por circunstancias diversas ya no existía. Entre los participantes Rosa María Romo y María de los Ángeles Coria se comprometieron a cuidar este árbol simbólico. La iniciativa es apoyada por directivos y trabajadores del Sistema Informativo de Tabasco y del Hotel Viva Villahermosa.