El calor extremo en México, Centroamérica y partes del sur de Estados Unidos ha dejado a millones de personas bajo temperaturas sofocantes, ha sobrecargado las redes de energía y provocado que los icónicos monos aulladores en México se caigan muertos de los árboles.
Los meteorólogos señalaron que las condiciones han sido causadas por lo que algunos llaman domo de calor, una zona de fuertes altas presiones centrada en el sur del Golfo de México y el norte de Centroamérica que impidió la formación de nubes y provocó una gran insolación y altas temperaturas.
Este calor extremo se produce en un mundo que se calienta rápidamente debido a los gases de efecto invernadero, que provienen de la quema de combustibles fósiles como el petróleo, el gas y el carbón.
Las altas temperaturas se extienden a lo largo del Golfo de México hasta partes de Estados Unidos, incluidas Texas y Florida. Esta ola de calor ocurre cuando miles de personas en Texas permanecen sin electricidad.