JUAN CARLOS REYES TORRES
En México, por mandato constitucional, quienes ganan la contienda presidencial, cuentan con 5 meses del día de la elección hasta aquel en el que se rinde protesta. Fox se la pasó festejando, Calderón intentando resolver la percepción generalizada de ilegitimidad que lo acompañó durante todo su mandato. Enrique Peña Nieto, al igual que Napoleón y que Carlos Salinas de Gortari, elaboró una inteligente hoja de ruta.
Es incuestionable que hay un Plan de vuelo para México:
1.- Se posiciona el país en el concierto internacional, como Presidente electo Peña Nieto visita Europa. Posteriormente, se encuentra con Obama; luego viaja a centro y sudamérica y, relevante y estratégico, asiste a los funerales de Estado del Presidente Hugo Chávez. Es claro que el nuevo gobierno trabaja para recuperar el liderazgo de México en diversos foros multilaterales.
2.- Hacia el interior se despliega una nueva estrategia para fortalecer el Estado, se refrenda la lealtad de las fuerzas armadas a la Presidencia. Se reconoce el problema de la inseguridad y se adecua el marco jurídico para reestructurar el sector de seguridad pública bajo el mando del área que detenta la gobernabilidad democrática y la seguridad nacional.
3.- Se apuntala el diseño de la estabilidad macroeconómica y financiera, en un entorno internacional convulso y recesivo. No hay variaciones en el diseño de la política fiscal y monetaria. Los fundamentales de la economía reflejan estabilidad y fortaleza, las finanzas públicas continúan sanas. Se trabaja ya en la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo.
4.- En las relaciones políticas, el andamiaje partidario apoya la iniciativa presidencial para discutir y aprobar el Pacto por México, un eficaz instrumento de política constructiva. Ingenio y creatividad política están detrás de este novedoso instrumento de concertación. La vocación democrática del Presidente, la eficacia de sus operadores políticos rinden fruto. Ha sido aprobada la Reforma Educativa, se instrumenta la Ley de Víctimas. En el marco del Pacto se discuten las iniciativas fundamentales que un futuro cierto para México reclama: las reformas al sector telecomunicaciones, la reforma energética y la fiscal. Reformas que habrán de fortalecer la capacidad de gasto del Estado para lograr cobertura universal en los servicios de salud y, sobre todo, tornar en exitosa la Cruzada Nacional contra el Hambre.
A pesar de la adversidad, de la explosión en las instalaciones centrales de Pemex y de los riesgos que conlleva la captura de la dirigente magisterial, el Presidente Peña Nieto demuestra contundente voluntad de cambio y compromiso con el Estado social y democrático de Derecho.
