FELIPA NERY
“Nunca convencerás a un ratón de que un gato
negro trae buena suerte.” (Graham Greene)
Cuando se realizó la reforma electoral constitucional del 2007, algunos congresos estatales votaron en contra de la misma, pues se argumentó que lejos de fortalecer el federalismo, con la misma se restaba autonomía a las entidades federativas en materia electoral, sobre todo, en lo referente a la distribución de los tiempos de radio y televisión, que no sólo en las elecciones federales, sino también en las elecciones locales, se le otorgó al Instituto Federal Electoral la facultad de asignar los tiempos a los partidos políticos, según el artículo 41 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; pero además, en el artículo 116 del mismo ordenamiento, se facultó a las autoridades electorales competentes de carácter administrativo de las entidades federativas, para que pudieran convenir con el Instituto Federal Electoral que se hiciera cargo de la organización de los procesos electorales locales. Desde que asumió la titularidad de la gubernatura tabasqueña, Arturo Núñez Jiménez anunció que buscaría con el IFE que se encargara de organizar las elecciones locales, y recientemente dio cuenta de que ya había platicado con las autoridades del IFE, para que estos se encargaran de organizar las elecciones locales, sin que el gobernador tenga la facultad de hacer estos acuerdos, porque como lo señala el 116 constitucional, sería una facultad de la autoridad electoral administrativa, en este caso, del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana, pero como ésta institución la tienen hoy en el ostracismo y con la intención de descabezarla, pues no la toman en cuenta; sin embargo, hay que señalar, que el IEPCT, ya celebra convenios en materia electoral con IFE, por ejemplo, para el uso del padrón electoral, y la credencial de electoral, instrumentos que son utilizados para celebrar la jornada electoral federal, y que mediante convenio, entre ambas instituciones, también se usan en los procesos electorales locales; así es que para organizar las elecciones locales, también mediante convenio, podría ser el IEPCT quien conviniera con el IFE. Es un hecho que muchos gobiernos estatales están de acuerdo con este planteamiento, incluso, hace unos días Gerardo Espinoza Solís, líder de los perredistas de Zacatecas, también se pronunció a favor de que el IFE organice las elecciones locales, bajo el mismo argumento que ya se ha señalado de que los órganos electorales locales no son confiables y que están al servicio del viejo régimen priísta; lo que es un hecho es que entre los acuerdo del Pacto por México, firmados por el PRI, PAN y PRD, para realizar reformas constitucionales y legales en materia política, económica y social, que permitan sentar las bases de un nuevo país, se encuentra un cláusula de Gobernabilidad Democrática y según ha dicho Guadalupe Acosta Naranjo, secretario técnico del PRD en el Pacto por México, la discusión en materia electoral estaba prevista para el segundo semestre del 2013, sin embargo han acordado adelantarla para este primer semestre y buscar la creación del Instituto Nacional Electoral, que sustituiría al Instituto Federal Electoral, que se encargaría de organizar además de las elecciones federales, las estatales y municipales, con el objetivo de combatir la imparcialidad de los institutos locales que responden a intereses de los gobernadores y entonces muchos se preguntarían, ¿por qué Arturo Núñez Jiménez es uno de los gobernadores que está a favor de que la autoridad electoral federal organice las elecciones locales?. Pues sencillamente porque conoce las entrañas del IFE, conoce de la capacidad y nivel de profesionalismo con que actúa el Instituto Federal Electoral, institución que él contribuyó grandemente a su creación.
De todo un poco
Consejeros del IEPCT fueron al TEPJF a ver si era la vía para impugnar la resolución de su contralora, éste les dijo que no, porque la resolución de Morayma es sólo un proyecto, aun no ha causado ejecutoria, no se ha cumplido lo que señala el artículo 354 de la ley electoral local, o sea, que ni ellos saben derecho electoral.
