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CONFLICTOS DESPUÉS DE MUERTOS

FELIPA NERY

“La grandeza de un país se construye con el esfuerzo de cada uno de sus habitantes, y tú qué estás haciendo”.

El  conflicto que  ha provocado entre las autoridades de Cambridge, Massachusetts, Estados Unidos, el cadáver de Tamerlan Tsarnaev  –el hermano mayor, autor intelectual y material  del atentado en el maratón de Bostón, que dejó tres muertos–, ya que no permiten que sus restos mortales sean sepultados en esa ciudad, nos ha hecho recordar la tragedia griega de Antígona, aquella joven que por los años 420, antes de Cristo, se niega a obedecer  las disposiciones autoritarias de la autoridad, quien había emitido decreto que prohibía que uno de sus hermanos muertos recibiera sepultura, por haber atacado la ciudad,  disposición que ella no obedeció y por el contrario procedió según los designios de sus dioses que ella considera superior al mandato de su rey, por lo que decide   sepultarlo y rendirle los ritos funerario, desobediencia  por la que fue sentenciada a ser encerrada en una cueva en la que moriría de hambre. El cadáver de Tamerlan, quien fue abatido por la policía el 19 de abril, después de la persecución por el atentado, no ha recibido sepultura, porque aun está en disputa el lugar donde quedará su cuerpo, toda vez que las autoridades se niegan a permitir que sea sembrado en  Cambridge, Massachusetts, lugar donde residía, y donde su tío RuslanTsarni, quien viajó desde Rusia para reclamar su cadáver, quiere que sea sepultado, porque en esa localidad residía su sobrino mayor  junto con su mujer y su hija, desde el 2003 que llegó a los Estados Unidos, pero ni su viuda Katherine Russell, ni sus padres, ni las autoridades rusas donde residen los padres del terrorista, han reclamado el cadáver, y sólo lo ha hecho su tío, que quiere darle sepultura conforme a las disposiciones de la religión musulmana. El gerente municipal de Cambridge, Robert W. Healy, emitió un comunicado en el que insta a la familia a no solicitar petición para ser enterrado en ese lugar, porque considera que los esfuerzos de los ciudadanos de ese lugar para recuperar la paz se verían disminuidos por la presencia mediática que les provocaría el hecho de que fuera enterrado ahí, y es que desde que el cuerpo de Tamerlan fuera instalado en una funeraria de esa ciudad, se registraron protestas en las que se exigen que no descanse en suelo estadounidense; no es la primera vez que los cadáveres de los terroristas que han atentado en EE UU tienen dificultades para ser enterrados en este país. Los restos identificados de los secuestradores de los aviones que impactaron contra las Torres Gemelas, el 11 de septiembre de 2001, descansan en un lugar secreto; los de los que obligaron a estrellar el aparato contra el Pentágono, se encuentran bajo un terreno en Pensilvania; en 1997, el Congreso aprobó una norma para impedir que el cadáver del veterano de guerra autor del atentado en Oklahoma City -ejecutado en 1995- yaciera en el cementerio de Arlington. Así los conflictos con los cadáveres de los terroristas, sobre todo porque los musulmanes,  acostumbran sepultar los cuerpos de sus muertos. Sin duda que el problema se solucionaría con cremarlos, convertirlos en cenizas, y llevárselas a sus lugares de origen, total, después de muertos, ya qué.

De todo un poco

Uno de los compromisos de campaña de la hoy diputada Aracely Quevedo, fue presentar al Congreso una iniciativa de ley a favor de los derechos sociales de los periodistas que trabajan en muchos medios sin ningún respaldo, iniciativa que ayer se hizo realidad. Ahora esperemos que encuentre eco en los demás miembros del Congreso del Estado… Y los cortes de luz, van, no se frenan, CFE aprovecha la fractura del PRD, al convertirse muchos de sus militantes en morenos.