“Los Estados adoptarán, para su régimen interior, la forma de gobierno republicano, representativo, popular, teniendo como base de su división territorial y de su organización política y administrativa el Municipio Libre”. Artículo 115 de la Constitución
JUAN CARLOS REYES TORRES
La ciudad de León fue la sede de la Reunión nacional del Presidente Peña con los alcaldes de México, celebrada la semana pasada. Llamó la atención la asistencia de Vicente Fox, quien, por cierto, tiene una opinión favorable de la gestión del primer mandatario. De los tres órdenes de gobierno que contempla la Constitución el de Presidente Municipal es -sin duda- la tarea más compleja, titánica –para ser francos- e ingrata.
¿Tiene usted idea precisa de los recursos presupuestales del Municipio en donde vive?. ¿Sabía que más del 80% de los recursos disponibles se destinan al pago de nómina?. En fin, debemos aplaudir, más que criticar, al valiente que se postula para alcalde. La función de seguridad pública es responsabilidad primaria del los ayuntamientos, problema nacional de difícil y lenta solución. Las finanzas de los municipios se diseñan por las legislaturas de los Estados, consecuentemente el margen de maniobra que tiene un alcalde es muy estrecho, en la mayoría de los casos reciben haciendas públicas municipales en bancarrota y con fuertes pasivos laborales y por inversión física devengada. Los ingresos fiscales propios son precarios porque buena parte del los Municipios carecen de catastro sólido y actualizado que les permita recaudar predial con eficacia.
Peña Nieto conoce los problemas que enfrentan los alcaldes, por esa razón instruye a la Secretaría de Hacienda que el Plan Nacional de Desarrollo, contemple compromisos puntuales para enfrentar los retos: Primero, impulsar la inclusión y participación efectiva de los gobiernos estatales y municipales para el acuerdo y toma de decisiones de las políticas públicas nacionales. Segundo, promover convenios únicos de coordinación para el desarrollo, que definan con claridad la articulación de esfuerzos entre los tres órdenes de gobierno. Tercero, implementar un programa que busque nuevas áreas de oportunidad para una efectiva descentralización. Cuarto, impulsar estrategias e iniciativas de ley que clarifiquen los ámbitos de competencia y de responsabilidad de cada orden de gobierno. Y Quinto, promover el desarrollo de capacidades institucionales y modelos de gestión para lograr administraciones públicas estatales y municipales más eficaces.
El éxito de una gestión municipal atraviesa por varios factores, ayuda la política de austeridad en el ejercicio del gasto, una rigurosa planeación, un equipo de colaboradores profesionales y honrados, buena relación con el Congreso local, con la Secretaría de Finanzas, etc. Pero sobre todo, la solución está en el cambio legislativo federal, efectivamente debemos entrar en una Reforma Constitucional para dotar a los ayuntamientos de mejores facultades: Primero, ampliar el periodo de gestión a por lo menos a 4 años. Segundo, Establecer Servicio Profesional de Carrera en la Tesorería Municipal y en Seguridad Pública. Y, Tercero, obligar a todos los servidores públicos del Municipio a presentar una declaración patrimonial de bienes ante la Secretaría de Hacienda Federal.
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