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JUAN MOLINA A LA DIRIGENCIA DEL PRI?

FELIPA NERY

“El proyecto es el borrador del futuro. A veces, el futuro necesita cientos de borradores.” (Jules Renard)

El Partido Revolucionario Institucional se encuentra en una encrucijada difícil, por la renovación que hará de su dirigencia estatal, ante el vencimiento del período de interinato que cubre Francisco Herrera León. Desde hace algunos días el Comité Ejecutivo Nacional envío a Tabasco como su delegado al campechano Raúl Pozo Lanz, mismo que inició las entrevistas con cada uno de los militantes que aspiran a dirigir a este descalabrado partido. En los últimos días se venía mencionando el nombre de Guillermo Narváez Osorio, como el priísta que tenía ya el visto bueno del Comité Ejecutivo Nacional para ser el encargado de dirigir los trabajos del priísmo tabasqueño, por lo que sólo era cuestión de hacer los amarres necesarios para culminar el proceso; sin embargo, la ambición de una decena más de aspirantes, parece que le han cerrado la posibilidad a que Guillermo Narvaez llegue a la dirigencia nacional con la bendición del centro del país. Entre los que han dicho que aspiran a la dirigencia estatal priísta, se cuentan:  Evaristo Hernández Cruz, Floricel Medina Pereznieto, Félix Heladio Sarracino Acuña, Pedro Gutiérrez, Enrique Priego Oropeza,  Gregorio Arias Pérez, Humberto Villegas Zapata, Agustín Somellera Pulido, José Dolores Espinoza May y de última hora se ha incluido el nombre de Juan Molina Becerra, quien es el que ahora dice tener la bendición divina del Comité Ejecutivo Nacional, porque ha logrado convencerlos de ser la mejor opción, toda vez que él no tiene la aspiración de ser candidato a gobernador en el 2018, al menos, no la ha expresado hasta ahora, como sí lo han hecho otros de los que aspiran y que fueron factor importante de la discordia que en el 2012 dividió a los priístas y les impidió alcanzar el triunfo, precisamente porque la “elección” de su candidato a gobernador, que fue acordada en el Comité Ejecutivo Nacional del PRI, no cicatrizó nunca y por el contrario, otros de los que aspiraban a la misma candidatura nunca se sumaron a la campaña de Jesús Alí, y además, promovieron el voto en su contra, y los resultados desastrosos los tuvieron en las urnas electorales. Se ha dicho que este fin de semana se reunirá el Consejo Político Estatal para definir el método mediante el cual habrá de elegir a su nuevo dirigente, que son tres posibles: Por elección directa de los militantes, por asamblea del Consejo Político Estatal, en el que participan más de cinco mil militantes, o bien por Asamblea estatal de delegados; hasta ahora, dos aspirantes se han pronunciado por la elección directa, Evaristo Hernández y Félix Eladio Sarracino, en tanto que el resto prefiere la asamblea del Consejo Político Estatal, para evitar mayores divisionismos en el priísmo. Hay que esperar a ver si celebra este encuentro el fin de semana y definen el método. Pero lo que se puede advertir, es que el delegado del CEN no ha logrado consensar a favor de un candidato de unidad, porque cada uno de los que aspiran se sienten el Chapulín Colorado, y cree tener más capacidad que los otros. Lo cierto es que con estas actitudes, lo único que harán estos priístas, será hundir más al PRI, porque en vez de pensar en el futuro personal de cada uno de los que aspiran, lo piensan en el futuro que le espera al PRI en Tabasco en el 2015 y en el 2018. No les fue suficiente la lección de julio.