El zar antidrogas de EU, Gil Kerlikowske, consideró necesario una mayor cooperación entre México y su pais para frenar las diversas amenazas.
La Oficina Nacional de Políticas para el Control de las Drogas de Estados Unidos presenta su estrategia para la frontera sur en 2013; destaca avances en coordinación e intercambio de información con México
AGENCIA
REDACCIÓN
WASHINGTON; 02 DE JUL.- Estados Unidos consideró ayer que la estrategia de lucha antinarcóticos que comparte con México “requiere de una atención y esfuerzos adicionales” para enfrentar con éxito “una amenaza multifacética a la seguridad nacional” de ambos países.
Al dar a conocer su estrategia antinarcóticos para la frontera sur en 2013, la oficina que encabeza el zar de la droga, Gil Kerlikowske, consideró que “a pesar de los éxitos alcanzados, y de una mejora en la coordinación, en la cooperación, en el intercambio de información y en la unidad de esfuerzos (con México)” aún se requiere de un mayor trabajo para contener la expansión de los cárteles hacia ambos lados de la frontera.
En este sentido, consideró que la estrategia antinarcóticos, sigue siendo un componente esencial de la seguridad fronteriza que hoy sustancia el debate sobre una nueva ley de migración en Estados Unidos.
“Este plan se ha fortalecido a partir del progreso que hemos alcanzado en los últimos años para reforzar nuestra frontera con México, al mismo tiempo que trabajamos para reducir el consumo de drogas en Estados Unidos”, consideró Gil Kerlikowske.
En el reporte de la estrategia, que mide los avances y los desafíos que aún permanecen pendientes, la Oficina Nacional de Políticas para el Control de las Drogas (ONDCP) aseguró que entre los retos y desafíos pendientes se mantiene como objetivo primordial “la reducción del tráfico de drogas” a través de su frontera sur.
En este sentido, el informe establece que entre el 90% y el 95% de la cocaína que ingresa ilegalmente a Estados Unidos sigue transitando por el corredor de México y América Central.
Precisamente, este es un enfoque que no es compartido por el gobierno de México que insiste en la necesidad de conseguir la reducción significativa de la violencia.