FELIPA NERY
“La perfección se logra al fin, no cuando no hay
nada que agregar, sino cuando ya no hay nada que
obtener.” (Antoine de Saint-Exupery)
Un día antes de entrar al quirófano del Hospital Central Militar, el Presidente de la República Enrique Peña Nieto entregó menciones honoríficas a 23 unidades del Ejército, la Armada y Fuerza Aérea Mexicana, a quienes expresó que son parte de nuestra de nuestra fortaleza como país en la lucha que libran por los derechos y libertades de la población; asimismo, les reconoció su desempeño y lealtad a toda prueba, que son un ejemplo para sus compañeros de armas y también un motivo de orgullo para los mexicanos. Pero cómo no habría de expresar todo este reconocimiento a los militares que al día siguiente habrían de tener su vida en sus manos, al ser sometido a una intervención quirúrgica de un nódulo tiroideo, intervención sin duda de alto riesgo, porque es a la altura del cuello y garganta, partes sensibles donde un movimiento en falso del bisturí podría haberle costado la vida al mandatario nacional. Afortunadamente no ocurrió nada fuera de lo normal, la operación fue exitosa técnicamente, según dieron a conocer los médicos que lo intervinieron quirúrgicamente, los cuales precisaron que recibió anestesia general y que antes de entrar al quirófano estuvo acompañado de su esposa Angélica Rivera, sus hijas y sus hermanos; después de la operación permanecerá dos días más en el hospital, es decir, que si evoluciona satisfactoriamente, posiblemente el viernes por la tarde estaría saliendo del hospital rumbo a Los Pinos donde continuaría la recuperación y tal vez a mediados de la semana próxima pudiera reaparecer en público. El artículo 84 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, dice que en caso de falta absoluta del Presidente de la República, en tanto que el Congreso nombra al Presidente interino o substituto, lo que deberá ocurrir en un término no mayor a sesenta días, el secretario de Gobernación asumirá provisionalmente la titularidad del Poder Ejecutivo. La falta absoluta se daría en caso de fallecimiento del Presidente de la República, afortunadamente esto no ocurrió, el secretario de Gobernación no entró en ningún momento a ocupar la Presidencia de la República, a pesar de que estuvo bajo anestesia general por un lapso de dos horas, el presidente Enrique Peña Nieto está en franca recuperación, por lo tanto él sigue ejerciendo sus funciones presidenciales, y cada uno de los secretarios desempeñando la responsabilidad que tienen encomendada. El Presidente Enrique Peña dijo que el problema que lo llevó al quirófano lo traía desde hace un par de años, y había venido posponiendo la operación hasta ahora que se decidió a hacerlo. Con seguridad que no habrá sido nada fácil decidirse a ir al quirófano, sobre todo en estos momentos de inseguridad tan difíciles que vive el país, y de los que ni los mismos gobernantes saben de quién tienen que cuidarse. Por ello, en el quirófano donde fue intervenido el presidente Enrique Peña Nieto estuvieron presentes no sólo los especialistas en el problema que presentaba, sino su médico de cabecera, en quien él tenía plena confianza y su familia. En estos tiempos de deslealtades, traiciones y ambiciones desmedidas, sin duda que merecen reconocimiento los médicos que tuvieron en sus manos la vida del Presidente de la República, porque la operación y recuperación satisfactoria del mandatario nacional, significa la estabilidad política de este país, que sin duda la falta repentina del Presidente de la República nos provocaría un tremendo caos. Eso no ocurrió y el Presidente Enrique Peña Nieto continuará en sus funciones cuando se recupere de esta intervención quirúrgica.
