FELIPA NERY
“En tiempos de corrupción, es cuando más leyes se dan.” (Étienne Bonnot de Condillac)
Me comentaba alguien, que estaba sorprendido de la cantidad de comentarios que había escuchado de un buen número de personas que decían que el 2014 será mejor para Tabasco, y decía que sólo eran ilusos. En particular, no soy de las ilusas que creen que el próximo año será mejor para Tabasco, sino que estoy convencida, que así será. En primer lugar, los funcionarios de la nueva administración que han llegado con el gobierno de Arturo Núñez Jiménez, ya tuvieron un año de aprendizaje sobre el qué y cómo deben hacer las funciones que les han sido encomendadas, ya no tendrán pretextos para decir que no conocen las distintas reglas de aplicación del presupuesto para determinados programas y mucho menos andar preguntando con quién se tienen que coordinar para esto, o para lo otro; a menos que sean personas muy ineptas, e incapaces, a estas alturas no tendrían bien claro cuál es la función que les corresponde realizar, de qué manera, y bajo qué mecanismos legales. Otro de los asuntos por lo que estoy convencida de que nos irá mejor, es que, aunque mínimo, pero hay una ampliación presupuestal, si para el 2013 el presupuesto fue de 33 mil 900 millones de pesos, para el 2014 ya se ha aprobado un presupuesto superior a los 36 mil millones de pesos, pero además, en las obras que realizará el gobierno federal en la entidad, se anuncia un importante paquete de obras de infraestructura, que derramarán recursos económicos, que salpicarán a un gran número de tabasqueños, al generarse empleos, como son, la construcción de una alberca olímpica en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, la continuación de la construcción del libramiento de Villahermosa, el inicio de la construcción de los distribuidores viales en la ciudad de Villahermosa, y de la ampliación de la carretera Villahermosa-Nacajuca-Jalpa de Méndez; además de que el gobierno estatal ha tenido la oportunidad ya de reprogramar el presupuesto público, para destinar una mayor inversión al campo, al turismo y a otros sectores productivos para reactivar la economía de la entidad. Tan sólo en estos días, debemos admitir los tabasqueños que estamos mejor que el año pasado, cuando a final de año se desató un grave conflicto en la entidad, sobre todo, por la situación en la que se encontraban los hospitales públicos, sin medicamentos y sin materiales de curación, sin oxígeno, para atender a los enfermos; además de los problemas que empezaron a registrarse por la falta de pago de los salarios y en diciembre, la falta de aguinaldo y el pago a los proveedores. Sin duda que todo cambio genera incertidumbre, pero estamos seguros que en 2014 la situación mejorará en beneficio de la sociedad en general, sobre todo, que al existir derrama económica en la industria de la construcción, esta salpica a la clase obrera, que se puede emplear y mejorar su difícil situación. Pero por supuesto que tampoco podemos vivir sólo de la esperanza y confianza de que todo será mejor, también cada uno de nosotros de manera personal tiene que hace su mejor esfuerzo, para hacer que las cosas sucedan, y no sentarnos en la hamaca a esperar que la suerte venga a nosotros.
