FELIPA NERY
“Aquí no pasada nada; mejor dicho, pasan tantas cosas juntas al mismo tiempo, que es mejor decir que no pasa nada.” (Jaime Sabines)
Este día se celebra el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, si bien este día fue instituido por la Organización de las Naciones para eliminar todo tipo de violencia contra la mujer, la realidad es que cada día la violencia contra la mujer en todas sus modalidades, va en aumento, a pesar de las disposiciones normativas internacionales, nacionales y locales que se han adoptado en los últimos 10 años. El Instituto Nacional de las Mujeres reportaba que en los últimos 25 años en México se han registrado más de 36 mil feminicidios, precisamente en 2009 la Corte Interamericana de Derechos Humanos sentenció al Estado Mexicano, a causa de las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez Chihuahua, la sentencia fue por la muerte de tres jovencitas, lo cierto es que con la misma la Corte buscó que el gobierno mexicana adoptara políticas públicas y disposiciones jurídicas de protección a la mujer y sobre todo, se erradicara la impunidad de autoridades y particulares que vulneran el derecho humano de la mujer a vivir una vida libre de violencia. Sin embargo, las mujeres, no viven libres de violencia, por el contrario, a causa de la situación económica difícil, de la pobreza que viven, y de la violencia a causa de la lucha contra el narcotráfico y los secuestros, son un gran número de mujeres las que han perdido la vida, además de la violencia que sufren mujeres jóvenes y niñas, principalmente, por el delito de trata de personas, para ser utilizadas en la prostitución, como si se tratara de mercancías; no podemos dejar de mencionar a las mujeres centroamericanas que mueren en nuestro país en su intento de cruzar por estas tierras con el fin de alcanzar el sueño americano, que además de ser violadas y ultrajadas, son asesinadas. Las mujeres que tienen que salir de sus casas a trabajar, sufren de la violencia en las calles, en el transporte público, son víctimas de enfermos que las violan y asesinan; en sus trabajos tienen que enfrentarse al hostigamiento sexual por parte de sus patrones, en las aulas escolares, secundaria, preparatoria, universidades, muchos profesores las ven como una oportunidad para saciar sus instintos animales, a cambio de las calificaciones; también prevalece la violencia doméstica que vive la mujer, violencia que por siglos se consideró como algo normal, en la que el Estado no debía intervenir, porque se trataba de cuestiones de pareja, pero finalmente ante el reclamo generalizado de mujeres del mundo de que era una obligación del Estado velar por la seguridad jurídica de las mujeres en todos los lugares donde se encuentra, se llegó a considerar que la violencia doméstica, también es una violación a sus derechos humanos. Todos estos tipos de violencia se dan en nuestro país, y Tabasco en particular, es una de las entidades con mayor índice de violencia en contra de las mujeres. Todo esto no se erradicará, mientras no haya mejor y mayor educación, cultura y oportunidades de desarrollo, educación que por supuesto, debe iniciar en el hogar.