FELIPA NERY
“La verdad es el comienzo de todo lo bueno, tanto en el cielo como en la tierra, y aquel que quiera vivir bienaventurado y feliz debe ser desde un principio un partícipe de la verdad, pues entonces podrá tenerse confianza en él.” (Platón)
La muerte del policía Mateo Jacinto Rodríguez en el hospital Juan Graham Casasús, la madrugada del sábado, donde no se sabe si al llegar ya había fallecido, o murió ahí, porque al atenderlo los médicos, certificaron que ya había muerto, ha provocado indignación entre sus familiares, compañeros policías y parte de la sociedad que exige sean esclarecidos estos hechos, porque hay alguna información contradictoria, en relación a como se vinieron suscitando los hechos desde el jueves nueve que lo detuvieron porque supuestamente había participado en un intento de secuestro, hasta el día de su muerte. Oficialmente se dijo el jueves, que dos policías –uno municipal y otro estatal–, que se encontraban de asueto fueron detenidos luego de una persecución, cuando trataron de secuestrar a un joven en Huimanguillo y supuestamente dejaron abandonado los vehículos en los que pretendían cometer el acto delictuoso. Sin embargo, el domingo, en el velorio de Mateo Jacinto, su esposa Ariana Escudero Montejo declaró que su marido se encontraba en su casa cuando llegaron en una patrulla dos subdirectores, quienes le dijeron que los acompañara, ya que el director de la policía municipal, Héctor Tapia Ortíz quería hablar con él. Indicó que al no regresar su esposo se comunicó con sus amigos, quienes le informaron que el director lo había mandado a bordo de una van color blanca a la fiscalía de alto impacto donde quedaron detenidos y fue hasta el sábado que se enteró que su esposo estaba muerto, por lo que ella asegura que su marido fue torturado, ya que según fotografías que le tomaron al cuerpo en la morgue cuando se lo entregaron, tenía un oído reventado, marcas en sus brazos, así como lesiones en piernas y pecho. Al respecto, el Procurador Fernando Valenzuela Pernas dijo que enviarían a laboratorio las muestras de tejido cardiaco, renal y hepático, para conocer si el policía fue torturado; por su parte el gobernador Arturo Núñez Jiménez dijo que “la Procuraduría General de la República interviene en el caso para garantizar una investigación correcta, este caso se investigará hasta las últimas consecuencias”. Sin duda, el gobernador quiere dar resultados a la sociedad tabasqueña en relación al delito de secuestro que tanto nos ha impactado y ubica en los primeros lugares a nivel nacional, pero consideramos que no buscará hacer justicia vulnerando los derechos humanos de nadie y mucho menos, fabricando culpables, porque si alguien es respetuoso de los derechos y garantías de los ciudadanos, es precisamente el mandatario. Apenas la semana pasada había dicho que él no daría la cara por nadie, por eso quienes se encarguen de investigar la muerte de Mateo Jacinto Rodríguez, no deben inventar, para tratar de proteger a nadie, no deben olvidar que la Procuraduría General de Justicia del Estado ya recibió una recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, y el caso de este policía muerto, podría llegar hasta allá, si es que no se hace una investigación que lleve a la verdad verdadera… Nuestro más sentido pésame a la maestra Lourdes Cobo, por el sentido fallecimiento de su hija Ana Paula Gallegos Cobo. Descanse en paz.