LUIS GARCÍA
La situación del Instituto de Seguridad Social de los Trabajadores del Estado, ISSET, de ninguna manera se puede calificar como sencilla. No hay duda que las autoridades quisieran tomar el toro por los cuernos, pero la realidad es que para hacerlo se tiene que tener la maleta de dinero para poder confrontar todos los viejos problemas que ahí se encuentran latentes. Por comenzar no hay dinero que alcance para sanear al organismo responsable de las jubilaciones, pensiones, pago por retiro y servicios médicos para lo que fue creado en su momento este organismo que en los 80 era ejemplo de servicio para el número de burócratas que existían en ese momento. Sin embargo, a 30 años de distancia donde tiene más de 44 mil afiliados y más de 300 mil derechohabientes es casi imposible que pueda atender como se merece a la clase trabajadora del Poder Ejecutivo, del Poder Judicial, Legislativo, paraestatales y municipios. La situación de los préstamos a los empleados es ahora un problema real, pues el número de personas que desean tener un crédito supera en mucho las finanzas con las que cuenta el organismo que hoy es presidido por Agapito Domínguez Lacroix, que tiene que recurrir a su experiencia administrativa para tratar en lo posible de frenar el descontento de las personas que se sienten y además lo están, con derecho a pedir su préstamo para cuando lo requieren y no cuando la institución pueda. La gravedad del ISSET, partió desde la época del gobierno de Manuel Andrade aproximadamente, cuando los dineros comenzaron a escasear, pero se recrudeció terriblemente en el gobierno de Andrés Granier del cual ya todos conocemos lo sucedido, pues fue poco el pago que hizo Finanzas, encabezado por Saiz Pineda al ISSET por el contrario la deuda fue millonaria, pues además el secretario de esa área es quien funge como presidente del consejo del Instituto. La propia directora en ese momento la doctora Hilda Santos Padrón se quejaba de la forma en que le jineteaban los recursos a su dependencia y de los adeudos terribles que se tenían, cuando es sabido que a cada uno de los burócratas, quincenalmente le descuentan lo correspondiente a su pensión y además al servicio médico. ¿Dónde fue a parar ese dinero?. ¿Se le está pagando en este gobierno a tiempo?, o está sucediendo lo mismo. Mientras el servicio médico tiene que enfrentar con todas las carencias del mundo, la demanda de una población que siente que su organismo no le responde y si por el contrario le continúa descontando su cuota. El trabajo que se realiza en esa institución es de convencimiento, primero a los que surten las medicinas debido al retraso en los pagos, segundo a las autoridades de Finanzas para que suelten el dinero y tercero a la comunidad de derechohabientes para que comprendan lo que está sucediendo. Ir al ISSET es ir a la realidad que estamos viviendo en la entidad. La falta de recursos es la primera queja que se puede observar. Y aún así, respira el ISSET. Se encuentra en terapia intermedia, diría aquel que les conté. ¿Y la reforma para cuándo?. Fácil, para cuando exista el recurso para poder solventar todo lo que ello generaría. La intención de la autoridad existe, el problema es que no se puede enfrentar un cambio legal, sin tener antes que nada el dinero suficiente que todo ello conlleva. No es tan fácil como parece…
DE REMATE.- Agradezco a todos los amigos que de una u otra forma me mostraron su solidaridad ante la pérdida de mi señora madre, doña Guadalupe Victoria Jiménez de la Cruz. Gracias por su solidaridad y amistad, desde este espacio en donde hago votos porque se encuentre en un lugar mejor a lado de sus seres queridos y por supuesto de Dios nuestro Señor… Por hoy es todo, nos leemos el viernes, el miércoles les fallo por razones personales…