Por: Felipa Nery
El secretario de la Defensa, Salvador Cienfuegos afirmó en una entrevista con el diario Milenio, que el ejército seguirá en las calles, mientras las policías locales no tengan un mejor desempeño: ‘mientras no estén las corporaciones de policía capacitadas y adiestradas para poder enfrentar los delitos, tendremos que estar en las calles’, señaló, al mismo tiempo que se quejó de las críticas que a diario reciben por la actividad que realizan a partir de que el ex presidente Felipe Calderón los mandó a las calles a enfrentar a la delincuencia; defendió el trabajo que realizan los militares y afirmó que las quejas y recomendaciones de derechos humanos al ejército han bajado de manera extraordinaria. Efectivamente, los militares reciben órdenes y ellos obedecen. Mientras el comandante en jefe, el Presidente de la República les ordene seguir en las calles, el ejército seguirá en las calles haciendo el trabajo que las autoridades civiles no han tenido la capacidad de enfrentar. Tiene razón el general Cienfuegos, los militares no estaban preparados para hacer labor de policías, el ejército es entrenado para matar, no para prevenir los delitos, como es la función de la policía preventiva. Los militares no estaban preparados en el respeto a los derechos humanos, ellos a diferencia de la policía, reciben un entrenamiento distinto y tienen reglas distintas, se preparan para combatir en las guerras; de cualquier manera, el general Cienfuegos dice que se han tenido que ir preparando para estar en la calle, por ello han bajado las recomendaciones de la CNDH, por eso el general Cienfuegos ha defendido a sus militares. Quien tiene la responsabilidad principal en esta actuación de los militares en la calle, es su comandante en jefe, en este caso, el presidente de la República, y el primer responsable de enviarlos a la calle, fue Felipe Calderón, quien los mandó a combatir, sin que los militares tuvieran idea de quiénes eran sus enemigos a los que iban a “abatir”, porque esa es la orden que ellos reciben, de “abatir”. Primero Calderón y después el Presidente Enrique Peña Nieto, que ya se encontró con el ejército en las calles y no los ha retirado, porque el problema de seguridad en el país, lejos de combatirse, se complica, como dice el general Cienfuegos, ante la incapacidad de las policías, porque los gobiernos de las entidades no las han preparado y no solo es falta de preparación, sino por otras causas, como la filtración de las mismas corporaciones por las mafias. Pero bueno, lo que tenemos que saber es que el ejército no sólo se mantendrá en las calles, sino que ahora también podrá entrar a los domicilios particulares para detener y presentar a alguna persona que esté siendo investigada por ministerios públicos militares que realizan tareas de inteligencia, así lo han aprobado los legisladores, quienes de esta manera, van permitiendo que el andamiaje jurídico internacional que protegía los derechos humanos de los mexicanos, vaya retrocediendo, como se empezó a hacer, a partir de la resolución del 2013 de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en materia de derechos humanos, que vino a echar a la basura la reforma Constitucional de 2011.