Por: José Martínez
Dijo el delegado del PRI en Tabasco Jorge Salomón Azar que uno de los mayores problemas que encuentra en el tricolor estatal es que, contrariamente a lo que sucede en Campeche de donde es originario, aquí los ex gobernadores se meten en la vida partidista. La manosean.
Al diputado Manuel Andrade Díaz después de su administración como gobernador se le imaginaba en Cancún, Quintana Roo, administrando sus negocios. Sin embargo, se quedó en Tabasco, porque desde el 2014 este político traía en mente ser legislador plurinominal federal o en su caso presidente municipal. También se ofertaba como Senador.
Decía a la prensa en aquel entonces: ‘a toda costa es necesario rescatar al PRI del PRD, soy soldado del partido, con tal de que recuperemos Tabasco yo le entro hasta a una delegación municipal’.
Y señalaba: ‘hice un buen papel como gobernador, por lo que tengo autoridad moral para pararme, caminar con la frente en alto por el estado y poder pedir el voto a los ciudadanos’.
Para los más cercanos a Andrade Díaz, quienes realmente conocen al político, saben que detrás de esa ‘intención’ siempre estuvo su vocación de poder, regresar con voz de mando y someter a sus ‘súbditos’, no ciudadanos, porque en el fondo desprecia a la gente común. Me dicen sus críticos que eran necesarios para él los reflectores y las adulaciones, de lo que careció después de ser gobernador.
Más adelante, un hecho para la historia: el ex mandatario se convertiría en diputado local.
‘Estaré tres años como legislador, y además ocuparé una cartera en el Comité Ejecutivo Nacional’. Jamás pudo ocupar alguna cartera, a pesar de presumir su acercamiento con Manlio Fabio Beltrones, quien en ese momento estuvo como dirigente nacional del PRI.
Su frustración la desquitó en el recinto legislativo del estado, y se enfrascó desde un principio a dar negativas, además de enfrentamientos con sus homólogos, así se trataran de mujeres.
Era su tercera vez como diputado, y ese extraño retorno lo demostraba con sus ácidas declaraciones, demostrando petulancia y usando un lenguaje folklórico.
El perredista Pablo Rodríguez Bonfil describiría atinadamente cómo pretendía llegar al Congreso local Manuel Andrade. ‘Está desesperado por tener poder, cree que todos le rendirán tributo por haber sido gobernador, cuando él será un legislador más’.
Lo que no calculó Andrade Díaz, es que lejos de su época de poder, hoy estaría como oposición y con minoría.
Nos cuentan que entró con el pie izquierdo, peleando oficinas, pidiendo trato VIP en la distribución de comisiones, y por su mala jugada, permitió que el Partido Verde le ganara, obteniendo cinco, a las que él les había dicho que no.
Ahora ve una oportunidad para subir, estar donde realmente quiere estar, bajo un escenario no tan claro, y hacer valer sus hipótesis: de que el PRI sin él no es nada y que los tabasqueños reclaman su regreso.
Después de los resbalones en el Congreso, sus chistes y vaciladas, ahora tal parece que nuevamente Federico Madrazo le ganará una partida. Así como perdió las comisiones por confrontarse con la mayoría y querer imponerse en el reparto, en estas horas recientes lo puso en aprietos al correrse la versión de que el PVEM sería la segunda bancada. Pero lo que preocupa al PRI, como lo dijo Jorge Salomón, es el pleito llevado a las oficinas de 16 de septiembre.
HABERES
LA VOCERÍA de Seguridad señaló que van diez casos de mensajes delictivos falsos mediante las redes de internet. Un reto mayor de las autoridades es combatir y prevenir estas acciones, al tiempo que motivar una cultura responsable en el uso de las nuevas tecnologías.