La vocación lacustre de Xochimilco se integró a la modernidad de la ciudad y con ello incorporó nuevos elementos a su paisaje tradicional, que sin duda han tenido impacto social y ambiental, no obstante, su esplendor evoca el pasado prehispánico de la cuenca del Valle de México.
Situado al sur de la Ciudad de México, Xochimilco tiene una red de canales de casi 186 kilómetros, delimitados por islotes artificiales anclados al fondo pantanoso o chinampas, muestra de las técnicas productivas tradicionales aún en uso.
Durante un recorrido por los canales, el jefe delegacional Avelino Méndez Rangel explicó que la zona fue inscrita como Patrimonio de la Humanidad por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en 1987, que realiza de manera periódica reportes de su estado de conservación.
Con esa categoría, Xochimilco, que en náhuatl quiere decir “en el campo de flores”, es considerado un bien inestimable e irremplazable, cuyo daño según el organismo internacional, representaría una pérdida invaluable para la humanidad.
Méndez Rangel aseveró que Xochimilco “está más vivo que nunca”, aunque reconoció que existe la percepción de que se está extinguiendo y que está en grave riesgo, pero afirmó que esa apreciación responde a la proliferación de noticias al respecto.
Por ello, explicó que una de las prioridades de su administración es mantenerlo como Patrimonio Mundial Natural y Cultural de la Humanidad, y para ello laboran en la rehabilitación de los canales con obras de estacado, reforestación con ahuejote, desazolve, limpieza y retiro de fauna exótica.
Además, expuso, mantienen colaboración estrecha con la Policía Ribereña de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina, que lleva a cabo recorridos para garantizar la seguridad de los visitantes.
También se intenta evitar que vecinos y visitantes dejen residuos en los canales, pues “tenemos que trabajar todos los días no sólo en la limpieza de las plagas vegetales, también en el retiro de basura, hemos encontrado basura, muchos envases y hasta muebles”, afirmó el funcionario.
El jefe delegacional, quien también es médico veterinario zootecnista, expresó que en los canales existen especies de animales exóticos como la mojarra tilapia y la carpa, “la gente compra pescaditos, tortugas y otras especies y después de un tiempo no pueden cuidarlas y deciden traerlas a los canales y eso afecta a especies endémicas como el ajolote”.
Señaló que en los últimos 18 meses los trabajos de rehabilitación han tenido una inversión de casi 20 millones de pesos, provenientes de recursos federales, de la Cámara de Diputados y del presupuesto de la Dirección de Recursos Naturales de la jurisdicción.
Durante el periodo mencionado, precisó que se recolectaron 459 toneladas de residuos inorgánicos, así como basura orgánica.
También se han retirado canoas en mal estado o abandonadas y se llevan a cabo campañas con los productores, agricultores y turistas, a fin de crear conciencia sobre el cuidado y la preservación de la zona lacustre.