Felipa Nery
La comunidad de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, encabezada por su rector, el doctor José Manuel Piña Gutiérrez, organizaron y celebraron una vez más, el gallo universitario, en honor al Benemérito de Las Américas, Benito Juárez García, de quien este 21 de marzo se ajustan 212 años de su natalicio, en el pueblo de Guelatao, en Oaxaca, de donde salió para convertirse en un hombre ilustre que llegó a ser el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y posteriormente, Presidente de México, el mandatario con mayores reconocimientos por su aporte a la nación, principalmente, a partir del impulso de las Leyes de Reforma, que fueron sentando las bases del Estado de Derecho y de la soberanía del Estado frente a la iglesia católica, que a mediados del siglo XIX mantenía superioridad económica y por lo tanto, poder y control político sobre los ciudadanos y los mismos gobernantes, hasta que el 12 de julio de 1859 en el gobierno de Benito Juárez se promulgó la Ley de nacionalización de los bienes eclesiásticos, sin indemnización alguna, en la que se estableció: “Entran al dominio directo de la nación todos los bienes que el clero secular y regular ha estado administrando con diversos títulos, sea cual fuere la clase de predios, derechos y acciones en que consistan, el nombre y aplicación que hayan tenido”. Y se estableció además, la separación entre los asuntos religiosos y políticos, al señalar en el artículo 3º. del citado ordenamiento: “Habrá perfecta independencia entre los negocios del Estado y los negocios puramente eclesiásticos. El gobierno se limitará a proteger con su autoridad el culto público de la religión católica, así como el de cualquiera otra”. Por eso hoy, la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco rinde homenaje a Benito Juárez, quien destinó recursos económicos para el impulso de la educación superior en Tabasco; tradicionalmente, año con año, se celebra el gallo universitario en honor a este ilustre mexicano que impulsó la educación laica, libre de dogmas religiosos. Para llevar a los alumnos y maestros hasta el pie del Instituto Juárez, antes de que saliera el sol, éstos se daban cita en sus divisiones académicas y de ahí salían los camiones, pero en esta ocasión, debido a la austeridad, ya no hubo camiones, sin embargo, no por ello se dejó de celebrar el gallo universitario; ahora, alumnos y maestros fueron citados a asistir de manera directa al Instituto Juárez, de donde partió la caminata hasta llegar a palacio de gobierno, donde se dieron lectura a los discursos que recordaron y honraron la memoria del hombre que a más de dos siglos de su nacimiento, sus palabras siguen retumbando y siendo ejemplo para los mexicanos, como el apotegma, que invitan a mantener la armonía, y que es conocido universalmente: “entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”. Desde el 2012, debido a la remodelación en la que se encontraba el parque Juárez, el Gallo universitario concluye en Plaza de Armas. Esperemos que el próximo año pueda concluir en su lugar de origen.