Felipa Nery
En un diplomado sobre derecho electoral, se armó tremenda discusión el pasado lunes, en torno a qué pasará con los votos que sean emitidos por los ciudadanos a favor de Margarita Zavala, la candidata independiente que renunció el 16 de mayo a continuar en la contienda por la Presidencia de la República; a pesar que desde un principio el profesor dijo que los votos serían nulos, muchos opinaban que esos votos podían ser usados para el fraude electoral, que se los podían sumar a otro candidato, que no podían ser votos nulos, y otros hasta pidieron que se le fincarán responsabilidades por haber usado recursos públicos para la campaña y salirse de la competencia antes de la jornada electoral. Todo lo anterior, sin duda demuestra la falta de información por parte de quienes opinaban de esta manera, porque desde el día siguiente al que renunció Margarita Zavala a la candidatura, el Instituto Nacional Electoral resolvió dos cuestiones: primero que ya no se cambiarían las boletas para quitar a la candidata independiente, porque no tendrían el papel especial con el que se mandaron a hacer las boletas y segundo, los talleres gráficos no estarían en disposición de maquilar las boletas, y segundo, que los votos que se emitieran a favor de Margarita Zavala, serían considerados nulos; además, el INE dio emitió un cuadernillo, en el que explica cuáles son los votos nulos y cuáles son los votos válidos, instrumento que pocas personas conocen, pero que se le entregarán a los representantes de las casillas electorales, para que al momento de contar los votos, si entran en conflicto con alguna boleta y no sepan si es voto nulo o válido, con este cuadernillo se pueden guiar. El asunto es, que si de esta manera opinan ciudadanos que supuestamente tienen instrucción escolar y conocimientos electorales, entonces, qué no dirán los ciudadanos ajenos a la educación formal y a las cuestiones electorales. El sospechosismo invade a las grandes mayorías de los ciudadanos, que no cree en los órganos que se encargan de organizar las elecciones, máxime aquí en Tabasco, donde más de la mitad de los electores que tienen la intención de votar están convencidos de hacerlo por el paisano López Obrador y cualquier acción en torno al proceso electoral, causa sospechosismo. Por esta y muchas razones más, deberíamos informarnos bien en torno a los acuerdos que se toman sobre la jornada electoral en la que se habrán de elegir a los candidatos, cómo es que van a funcionar las casillas, cómo se van a contar los votos, qué va a pasar después de contados los votos, y para ello, los ciudadanos aún están a tiempo de inscribirse como observadores electorales, pueden acudir al INE a registrarse, porque teniendo su gafete de observador electoral, el día de la jornada electoral podrán ir por las casillas y observar todo el comportamiento en torno al desarrollo del mismo, incluso, pueden estar presentes y ser testigos de la forma en que se cuentan los votos, el traslado de las urnas electorales hacia los consejos municipales y distritales, tanto federales como estatales y al final presentar un informe de lo observado. Y así, no nos cuentan sobre cómo transcurre la elección, sino que todos participamos.