José Martínez
El segundo lugar entre los candidatos presidenciales Ricardo Anaya y José Antonio Meade es el más disputado. Llámese como se llame, si se trata o no de una guerra entre ambos, lo que buscan es definir quién compite en la recta final contra Andrés Manuel López Obrador, personaje que hasta el momento lleva la ventaja…según las encuestas.
La queja del frentista ahora es un nuevo escándalo difundido en video, y apunta que todo fue armado desde Los Pinos, y acusa además que el presidente Enrique Peña Nieto ya negoció con AMLO.
Las emociones del queretano están a flor de piel. La sonrisa que le caracteriza ahora se nota forzada. No es para menos. Se ha venido orquestando una guerra intensa contra su candidatura, desde los procesos de la Procuraduría General de la República y una serie de revelaciones filtradas sobre sus propiedades, ciertas o inciertas.
El golpe a 22 días de la elección puede abrir un boquete, o en caso contrario, si el panista aprovecha su discurso, reviraría la acción para quedar como el mártir que enfrenta al sistema. Como el único opositor. Con eso pretende quitarle la bandera antisistema a López Obrador.
En el segundo debate este candidato lució bien; sin embargo, de forma curiosa, bajó cuatro puntos, lo que indica que existe una buena parte de personas que no convence…o que funciona la estrategia de Meade.
La nueva filtración muestra a Juan Barreiro, hermano de Manuel, detallando un supuesto esquema que ha permitido beneficiarse con información privilegiada del Gobierno de Querétaro para comprar terrenos y naves industriales.
Otra vez se revive el tema que lleva de la mano a Ricardo Anaya para entramparlo y meterlo a un círculo de corrupción, aunque nada está comprobado.
Como se recordará, el empresario queretano Manuel Barreiro, fue identificado como probable responsable de triangular más de 54 millones de pesos, con los que adquirió una nave industrial que era propiedad de Anaya y su familia política.
De inmediato los asesores dieron algunas entrevistas, y culparon al gobierno federal de crear un montaje, y con tal sello, tratar de bajar a su candidato de la competencia electoral.
El mismo Anaya, en otro video, dice: “A usted, presidente Enrique Peña Nieto, lo responsabilizo de mi seguridad y la de mi familia. No me va a doblar”.
El tema de la corrupción lo ha perseguido, convirtiéndose en su sombra, la cual desaparece por instantes, pero luego regresa a intensificarse más.
Sus aspiraciones son cada vez más golpeadas, lo que deja un saldo de desconfianza entre los mismos panistas, donde un grupo reservado ve con malos ojos el hecho de que Margarita Zavala haya quedado fuera.
Alguien que no podría quedarse fuera de esta fiesta mediática es José Antonio Meade, candidato del PRI. “No hay absolutamente en esta contienda ninguna duda de que vamos a contender hasta el final, de que vamos a hacer campaña hasta el final, y que no hay espacio en esta elección ni en este país para hacer pactos de ningún tipo. Nuestra única obligación como candidatos y mi único compromiso como candidato en esta elección, es con México”, declaró.
El próximo y definitivo debate será el 12 de junio. Es probable que Meade se vaya con todo en contra de Anaya
quiere estar en la recta final con López Obrador.
HABERES
El diputado del PRI, Manuel Andrade Díaz, quiere hacer de las suyas con el tema de la salud. Hoy busca una senaduría, pero no camina, lo hace todo en el Congreso, y desde ahí ataca y contraataca.