José Antonio Meade, candidato presidencial de la coalición Todos por México, ofreció, en caso de ganar el próximo 1 de julio, un nuevo gobierno con un equipo de valores e integridad probada, en el que nadie esté por encima de la ley y pueda igual que él ver a sus hijos y ciudadanos a los ojos.
En un masivo cierre de campaña en Saltillo, Coahuila, el aspirante presidencial advirtió que los resultados de la elección definirán el rumbo del país y sostuvo que la historia juzgará a quienes conociendo el riesgo de la alternativa autoritaria y antidemocrática.
“Amenazan con sacar a tigres y diablos y les decimos: les vamos a ganar”, expresó.
Arropado por las dirigencias nacionales de los tres partidos aliados: PRI, PVEM y Nueva Alianza, el gobernador anfitrión, Miguel Ángel Riquelme, y legisladores federales, llamó a las millones de consciencias que no pueden ser apagadas a hablar con cada uno de sus familiares, amigos y compañeros de trabajo.
Advirtió que esas voces no sólo no se pueden apagar, se tienen que activar porque no hay veda electoral ni para la razón ni para los ideales, tampoco hay tigre o diablo que pueda cambiar lo que elijan con los votos.
“¡El domingo vamos a contar votos, no amenazas! Luchemos para ofrecerles a nuestros hijos un México con mejores oportunidades, luchemos del lado correcto de la historia”, arengó ante el grito de sus simpatizantes.
Meade convocó a ratificar en las urnas que el único proyecto serio y con rumbo para dar el cambio que México necesita es su propuesta, por eso van a ganar y los otros van a volver a perder.