José Martínez
Uno de los organismos más nobles en el estado es la Cruz Roja. Quizás es el primer contacto que una persona tiene cuando sufre un accidente o alguna urgencia que pone en riesgo su integridad física. Desde que se tiene uso de razón, las sirenas de sus ambulancias se han familiarizado con la gente. E incluso se le tiene un profundo respeto.
Hace unos días la delegada de la institución, Graciela Trujillo, hizo una declaración que encendió los focos de alerta: suspender los servicios médicos en la sede que se ubica en la avenida Sandino.
Señala que cuenta solo con equipos muy antiguos, y que necesitan de manera urgente mantenimiento. Pero existe un grave problema: falta de recursos, lo que obliga a tomar decisiones lamentables para quienes viven en la entidad.
Indicó que solo se contará con un área de urgencias, que consta en el servicio de ambulancias, porque se deben optimizar recursos; no así el consultorio que se tiene en Sandino.
El costo que representa a la delegación es elevado, y no puede continuar soportando una losa financiera. En la pasada colecta, apenas si se pudo tener lo necesario, sin contar que la mayoría del personal no cobra sueldos, ya que su misión es altruista.
”Lo que vamos a tener es una consulta médica básica, en las propias oficinas de la delegación que están sobre Paseo Tabasco, que funcionará vespertinamente, en tanto encontramos nuevos esquemas de financiamiento, para que la Cruz Roja pueda seguir prestando el mayor número de apoyos que la ciudadanía requiere”, apuntó.
¿Qué falta?, tal vez mostrar solidaridad de manera personal. No se puede esperar un año para depositar una moneda y dársela a la Cruz Roja, porque ésta vive precisamente de las donaciones.
Se tiene que reflexionar sobre un tema importante como es el servicio de atención de urgencias, que es casi gratuito, y lo vienen realizando desde años atrás. Su historia registra la ayuda sobre todo a los más vulnerables, pero un percance no distingue estratos sociales como tampoco niveles económicos.
De nada sirve tener los aparatos y las ambulancias si no se cuenta con el recurso para operarlos, porque al final se quedarán inertes, cuando lo que se necesita es ayuda de la sociedad civil para moverlos.
Se deben tomar urgentes con el fin de evitar que la Benemérita Institución deje de prestar sus servicios. Los tabasqueños se han caracterizado por su solidaridad. Es el momento de demostrarlo.
El referente en esta ocasión es ayudar, así como lo hace la Cruz Roja con sus servicios de socorro de forma gratuita, y en ocasiones cobrando al mínimo. Dentro de sus logros está el programa de Resiliencia ante Inundaciones, que ha proporcionado adiestramiento sobre primeros auxilios, reacciones ante peligros, proyectos productivos, agua potable y acciones comunitarias familiares, en beneficio de 2 mil 26 familias, y otros 6 mil 703 habitantes de las márgenes del río Usumacinta.
Como un dato adicional, la benemérita institución, tan sólo en 2016 dio casi 8 mil consultas médicas y 10 mil 890 servicios gratuitos de ambulancia, una cifra que representa alrededor del 30% del total de sus traslados de atención prehospitalaria. Ayudar ayuda, como dice su lema.
HABERES
SEIS organización civiles reclamaron a la Conagua sobre los diez decretos emitidos por el presidente Enrique Peña Nieto el seis de junio, en materia de levantamiento de vedas de las casi 300 cuencas hidrológicas en todo el país, las cuales se podrán concesionar. La acción se realizó de manera simultánea en todas las delegaciones del país.