Felipa Nery
Hace un par de meses, cuando se realizaban las campañas electorales, me llamó por teléfono un alumno, estudiante de la carrera de derecho, que estaba laborando en uno de los órganos electorales y debido a los preparativos del proceso, salían tarde de la oficina, era día de quincena y cuando se trasladaba a su domicilio en la colonia Gaviotas, unos policías de una patrulla lo abordaron, lo despojaron de su celular y le quitaron su quincena, lo dejaron ir y lo amenazaron con mayores represalias si presentaba denuncia. Así como este caso, se conocen de muchos más que señalan a los policías de quitarles sus pertenencias, sobre todo, cuando son detenidos en estado de ebriedad, pero como actúan en la noche, sin testigos y sin cámaras de vigilancia que los pueda delatar, todo queda en la impunidad. Sin embargo, el hecho que ocurrió el pasado jueves a las 10 de la mañana, en pleno corazón de Villahermosa, evidenció la forma grotesta y abusiva con la que actúan elementos que deberían ser las personas en las que la sociedad confiara a plenitud su seguridad personal y la de sus bienes. No mienten las encuestas que revelan el nivel de confianza que la sociedad mexicana tiene en la policía, que junto con los senadores, los diputados, la Presidencia de la República y los sindicatos, son los peor calificados, según una de las últimas encuestas levantadas por el periódico El Financiero el pasado mes de febrero. Un video que circuló en las redes sociales evidenció el hurto que realizó un policía estatal en una gasolinera en la colonia Linda Vista, a plena luz del día, a las diez de la mañana, un elemento se apodera de objetos de un vendedor ambulante, cuando este se descuida mostrando sus productos a otro elemento de la corporación. El vendedor no se amedrentó ante los azules, y acudió a la Secretaría de Seguridad Pública a denunciar a los tripulantes de la unidad 71725, del hurto de dos lámparas de led y un manos libres con bluetooth. Al respecto el titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Jorge Aguirre Carvajal, informó que los elementos involucrados han sido suspendidos, mientras se realizan las investigaciones correspondientes, toda vez que la gasolinera aportó los videos de las cámaras que tienen en sus instalaciones para grabar a posibles delincuentes, sin pensar que los primeros captados fueran precisamente los que se encargan de cuidar la seguridad de los ciudadanos. También el mes pasado el Fiscal Fernando Valenzuela dio a conocer la desarticulación del Grupo de Operaciones Especiales de esa institución asignados a investigar bandas dedicadas al secuestro y extorsión, porque dos de sus integrantes fueron acusados por cometer esos delitos y en días posteriores, otros elementos de esa corporación han sido detenidos por robo de autos, todos los actos delictivos que cometían estos elementos, era un secreto a voces lo que va de la actual administración, sin embargo, hasta ahora se procedió en contra de ellos. Ni en Seguridad Pública, ni en la Fiscalía hicieron nada por sanear estas instituciones, hace años, a sabiendas de la podredumbre que existía, por tanto, han sido cómplices de los delitos que ha sufrido la ciudadanía.