José Martínez
Después de la Semana Mayor el PRD en la entidad continúa con su viacrucis. La división lo mantiene alejado de una posible unidad, al menos en el congreso local su bancada está partida en dos.
Desde que asumió la coordinación Agustín Silva, el equipo de Dolores Gutiérrez Zurita no le ha dejado margen para que avance en sus acciones personales. Se convirtió en la piedra en el zapato para el secretario de Comunicaciones y Transportes.
La legisladora cada vez que puede le pone la mirada de frente. Lo confronta. Le hace ver que no tiene la capacidad para seguir en el equipo amarillo.
Por momento esta bancada se olvidó de lo más importante: crear iniciativas que ayuden al pueblo. Se encasilló más en esa prueba de vencidas que lo está llevando a un fin nada positivo.
La diputada Patricia Hernández Calderón reveló que no le ve ninguna salida al conflicto que existe. Sostuvo que nadie quiere ceder un centímetro para dar lugar a una sola persona que pueda conducirsus trabajos.
Hernández Calderón indicó que existe una inmadurez política, la cual no ayuda, y menos propone.
Aunque esa falta de madurez no solo se presenta en el PRD, igual le hace compañía Morena, el Verde Ecologista, así como el PRI.
La legislatura se ha caracterizado por un lento aprendizaje. Su participación es casi nula. Las críticas a cada una de las bancadas es de manera directa, porque algunas de sus trabajos no son acorde a la realidad que vive el estado.
Incluso el propio gobernador les hizo ver que es urgente poner más atención al trabajo que realizan, y olvidar el proselitismo que algunos diputados andan realizando.
Sin más, falta alcanzar un buen desarrollo. Sumar experiencia para dar resultados. Resolver los problemas legislativos antes que los personales. Hacer la tarea sin miedo pero bajo equilibrios sin que les ganen las emociones, tranquilos, sin sobresaltos.
El proyecto debe ir en conjunto. No se trata de esperar para meter zancadillas. Deben demostrar capacidad, idea, liderazgo, cuyo objetivo es cambiar percepciones de los tabasqueños.
En parte, ahí radica la madurez política. Pero tienen que demostrarlo en la práctica. Ir más allá de lo común. Utilizando siempre el consenso. Un ingrediente que está muy lejos de todos, sobre todo de la Junta de Coordinación.
A estos representantes se les ha inducido más de una vez por dónde deben caminar, pero la falta de madurez crea en ellos una oscuridad. El viacrucis continúa, y será el pueblo quien al final pague las consecuencias.
HABERES
Los hijos de Andrés Manuel López Obrador abrieron una fábrica de chocolates que se llama ‘Rocío’, en honor a su madre Rocío Beltrán Medina, y quien fuera esposa del Jefe del Ejecutivo. El punto es que desde hace unos días José Ramón, Andy y Gonzalo López Beltrán están fuera de toda actividad política, y ahora se encaminan hacia la iniciativa privada.
