José Martínez
Es raro escuchar la voz del empresario Carlos Slim. Es un personaje que pese a su enorme fortuna trata de alejarse de los reflectores; discreción y austeridad son sus divisas, cuentan quienes lo conocen. En la conferencia matutina del 27 de agosto acompañó al Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y ahí respaldó su política económica.
La fotografía donde el mandatario y el empresario se dan la mano dio la vuelta al mundo, sobre todo porque el primer Informe del Presidente está a la vuelta de la esquina, lo que fortalece su presencia en un sector muy voluble por su naturaleza: los grandes financieros, los dueños del capital.
Carlos Slim dio un espaldarazo a esta nueva administración cuando el problema que se estaba gestando entre México y Estados Unidos por la construcción de un gasoducto quedó libre, fuera de conflicto y con una negociación exitosa, ya que uno de los socios principales era precisamente el empresario mexicano.
La conferencia mañanera del martes quedará para la historia con la presencia del grupo empresarial, pero sobre todo porque el hombre más acaudalado de México pronunció un breve discurso, donde en síntesis sostuvo que al país le debe ir bien, mucho mejor, y respaldando las políticas económicas de López Obrador.
El festín de esa mañana se enmarcó en alegría y agradecimiento, en abrazos y saludos de mano. Algo quizá poco común en un México donde existe una evidente separación entre el pueblo mayoritario y los empresarios más encumbrados.
Por supuesto que se necesitan palancas, apoyos como estos. Se necesita ganar la confianza de quienes seguirán invirtiendo en un país como el nuestro que requiere de un desarrollo y un crecimiento para abatir la pobreza.
Después de lo sucedido se puede decir que un importante segmento de los hombres de negocios empeñaron su palabra con las causas sociales, sin renunciar a la lógica de las finanzas.
En una combinación de política y economía, dos pilares que fortalecen a cualquier Nación, es como debe caminar México. Pero se requiere mucha mesura.
Con esta prueba donde dos personalidades pactan y hacen ver al pueblo que todo irá bien, los inversionistas extranjeros tienen hoy una idea más clara de la diferencia entre el discurso y los hechos. Tiene que haber seguridad hacia nuestro país, y mover su dinero en empresas.
México a partir del martes debe tener otro rumbo. Si había alguna duda respecto al apoyo de los empresarios a López Obrador, ahora hay otros elementos.
Carlos Slim dijo que México lo tiene todo, e incluso fue más allá al mencionar que es un paraíso porque existe un gran campo de inversión, no es solo Santa Lucía, se trata de otros proyectos de infraestructura en bien de los mexicanos.
En marzo de este año, el empresario en otra entrevista comentaba que había que darle una oportunidad al Presidente porque apenas llevaba cien días, y existe mucha presión por todo lo que se dejó de hacer en el sexenio pasado y que ahora se convirtió en una mala herencia.
Remarcó y avaló que el combate a la pobreza, a la corrupción y al crimen lo estén haciendo, sobre todo con la austeridad.
HABERES
El gobernador de Tabasco, Adán Augusto López Hernández, sostuvo que no hay un rompimiento con Pemex, solo que se buscan mejores condiciones para la firma de convenios. Expresó que si la empresa hace una donación a través de un acuerdo, no se vale que quiera obligar a que el combustible se adquiera solo con las franquicias de la petrolera, cuando hay municipios que no tienen este servicio. Son asuntos que se deben esclarecer en los mejores términos.