Felipa Nery
El coronavirus, la amenaza silenciosa que ha desafiado al mundo, enfrentado a países, derrumbado economías, aterroriza a muchos, muestra fortalezas y debilidades de naciones, convertido en filósofos a muchos, pero que, además, ha mostrado el lado humano de muchos y el individualismo y egoísmo de otros.
El mundo ha sufrido de pandemias a lo largo de su historia, que han provocado la disminución de la población ante la falta de medicamentos para atender esas enfermedades contagiosas que surgen repentinamente; al día de hoy, ni los países de primer mundo muestran capacidad para afrontarlas y evitar los decesos, como es el caso de la pandemia por coronavirus conocido formalmente como COVIT19, la que se había originado en un mercado de Wuhan en China, por el consumo de carne de animales salvajes como el murciélago y que ha registrado más muertes en Italia, que China. Esta pandemia que también alcanzó a México y demás países del globo terráqueo, fueron importadas por personas que viajaron en avión a países del primer mundo.
Debido a la facilidad que hoy tenemos de trasladarnos de un lugar a otro con mayor prontitud, el coronavirus, se fue extendiendo silenciosamente, desde el mes de diciembre de 2019 que se conoció de su nacimiento en el pueblo de Wuhan en China, hasta mediados del mes de marzo que se declaró a esa comunidad de 11 millones de habilitantes, libre de coronavirus, después de convertirse en emergencia nacional al registrar 80 mil 928 casos y tres mil 245 fallecimientos en el país, fecha en la que el virus ya había viajado a distintos países del mundo; lo paradójico es que a pesar de que Wuhan, y China en general, ya se habían declarado libres de coronavirus, los brotes se volvieron a reportar el 18 de marzo, pero ahora los contagiados eran personas que retornaban del extranjero.
A través de la radio, la televisión, el internet y las redes sociales, el mundo estaba bien informado de la forma en que se contagiaba el COVIT 19, a través de toser y estornudar, principalmente y las primeras recomendaciones eran el aislamiento, evitar el contacto con los infectados, no asistir a los lugares donde se habían detectado los brotes, lugares públicos, pero al no atenderse las recomendaciones, el COVIT 19 fue penetrando y dañando, lo mismo que la humedad por las paredes. En México, el primer fallecimiento que se registró, fue de un hombre de 41 años de edad, que habría asistido a un concierto musical, pero que según se dijo, padecía diabetes y obesidad, enfermedades degenerativas, que hacían más vulnerables a las personas que lo adquirían, al igual que los adultos mayores; sin embargo, el empresario José Kuri, de 71 años de edad, socio del grupo Carso, quien adquirió la enfermedad, al viajar a Vail, un pueblo en Colorado, Estados Unidos, de quien se rumoró su fallecimiento hace unos ocho días, al día de ayer se mantenía vivo, en cambio en España falleció un joven entrenador de fútbol, de 21 años de edad, lo que mostraba que todos eran vulnerables, no sólo para contagiarse, sino hasta llegar a perder la vida, por lo que el pánico cundía en gran parte de los más de 7 mil millones de personas que habitamos en el mundo.
En México, las recomendaciones eran de aislarse en el momento que se conocieran los síntomas, fiebre, tos, malestar en la garganta, dificultad para respirar y reportarse vía telefónica a las autoridades de salud, quienes acudirían a sus casas, para tomarles las muestras, pero ante las dificultades que el sector público de salud ha presentado en los últimos años, falta de medicamentos, de camas de hospital para atender a los enfermos, la desesperación era mayor, porque según se sabe, los casos que llegaban a la gravedad, que eran en un menor porcentaje, requerían ser entubados y conectados a un respirador artificial, pero pese a todo pronóstico. los mexicanos, no todos claro, han obedecido a las indicaciones y recomendaciones a nivel nacional y estatal en el sentido de suspender clases, hacer trabajo a distancia y resguardarse en sus casas.
En Tabasco, el gobernador Adán Augusto López, autorizó que en todas las dependencias de gobierno, excepto Secretaría de Salud, Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y Protección Civil, se retire de sus labores a personas mayores de 65 años, embarazadas y con padecimiento crónico degenerativo, así como aquellos que presenten cuadros gripales, como medida de prevención y además obligó el cierre de restaurantes, bares, cantinas, cafés, playas, albercas y playones en el estado, así como también se prohibieron las reuniones masivas tales como misas, cultos, fiestas y demás, como medidas de prevención ante los casos detectados en la entidad; los trabajadores de la iniciativa privada son los que se quejan porque para ellos no trabajar significa no generar ingresos para sus familias, pero lamentablemente es una manera de prevención que como todo, tiene sus consecuencias. Aprovechemos esta pandemia para aprender a convivir en familia fuera de todo lo que, durante los últimos años, nos ha mantenido alejados. Platiquemos, reeduquémonos, pongamos en práctica juegos, manualidades y sobre todo, condicionemos el uso de redes sociales y que sea solo para ver noticias en sitios oficiales.
La buena noticia es que de acuerdo la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la salud en México, nuestro país ha logrado mantener un bajo número de contagios, llegando apenas a los 203 infectados y dos muertes; en la mayoría de los países de América, la pandemia avanza rápidamente; se considera que a México le ayudaron las lecciones aprendidas de otros países, como la pronta aplicación de pruebas para detectar el virus.
