Patricia González
La semana pasada, la autoridad federal dio el anuncio de que Campeche era el primer Estado que cambiaba al color verde del semáforo epidemiológico, es decir ya podría entrar a la Nueva Normalidad, eso sí, no haciendo a un lado el protocolo de marca la Secretaría de Salud y manteniendo las medidas de higiene, sin embargo, las autoridades de esa entidad, han aclarado que no regresarán al cien por ciento, ya que no quieren correr el riesgo de un rebrote como ha sucedido en otros países. Para empezar, aún no regresarán a las clases presenciales, seguirán trabajando como hasta ahora para proteger a los estudiantes. Aquí en Tabasco, seguiremos en color naranja, por lo menos las siguientes dos semanas, esto dicho por el gobernador Adán Augusto López Hernández, quien también dejó claro, que las clases presenciales serán hasta el próximo mes de febrero, si las circunstancias lo permiten. Seguir trabajando a distancia, tiene como única finalidad salvaguardar la integridad de los niños, niñas y adolescentes, pero también de sus familias. Los alumnos de educación básica se han visto afectados, porque además de tener que tomar sus clases -por primera vez- a través de una televisión, una computadora, tablet o celular, se han visto alejados de sus compañeros de salón, han dejado de jugar a la hora del recreo, de compartir el lunch, de bromear por alguna insignificancia o de hacer el simple saludo de cuates, desde hace unos seis meses todo es a través de una pantalla. Durante este confinamiento los niños se han perdido de algunos festejos –que estamos seguros, más adelante podrán reanudar- como el Día del Niño, de las madres, la clausura escolar y en este nuevo ciclo escolar, pasaron ya las fiestas patrias, viene el Día de Muertos, fecha en que con mucha emoción elaboran el altar de muertos, comparten el tradicional pan de muerto con un delicioso chocolate o un rico tamal, todo esto elaborado por sus propias mamás, claro, esto como rescate de las tradiciones de nuestro país. Vienen también las posadas acompañadas de las piñatas, la colación, los dulces, las frutas de temporada. En algunos de estos festejos, la ilusión de los niños es romper las piñatas llenas de golosinas, recibir dulceros hechos por sus maestros, disfrutar del pastel y alguna que otra fritanga hecha por las madres de familia, acompañadas del tradicional refresco embotellado. Sin embargo, ahora los padres de familia y docentes deben tomar en cuenta, que hace poco el Congreso del Estado aprobó las reformas legislativas para prohibir la venta, distribución, donación, dádiva y suministro de bebidas azucaradas preenvasadas, las azucaradas carbonatadas, golosinas y alimentos preparados con predominio de carbohidratos refinados y grasas vegetales en su forma sólida que contengan ácidos grasos. En la “Ley Antichatarra”, quedan exentos los padres de familia o tutores legales de los menores de edad que les compren estos productos a sabiendas que son nocivos para la salud. Este mismo decreto, señala que las escuelas de educación básica deberán fomentar la adopción de hábitos de alimentación saludable, así como fomentar el deporte al aire libre, por lo menos 20 minutos al día, pero nos cuentan que esto ya se viene haciendo en los planteles desde ciclos escolares pasados. Sin embargo, y ante estos nuevos cambios, los maestros tendrán que esperar a que la Secretaría de Salud junto con la Sedec den a conocer la lista de productos restringidos a la venta para los menores de edad, para evitar comprarlos y repartirlos entre los alumnos durante los festejos. No sea que infrinjan la Ley Antichatarra…DE ÚLTIMO JALÓN.- Los tabasqueños se están soltando el “pelo”, cada día hay más gente en las plazas y comercios. La pandemia aún no termina. Lo mejor es quedarse en casa…
pagonal@hotmail.com
