José Martínez
Desde mediados del mes de marzo se suspendieron las clases presenciales en todas las escuelas públicas del país a causa de la pandemia del COVID-19. Algunas de carácter privado lo hicieron antes.
Las autoridades mexicanas federales y estatales implementaron un plan emergente para terminar el ciclo escolar pasado, donde las plataformas de videollamadas cobraron relevancia. Un proceso que para algunos fue difícil y otros simplemente se quedaron en el camino.
Estudiar a distancia se dificulta en un contexto de comunidades sin servicio de energía eléctrica, sin acceso a internet o un dispositivo mediante el cual captar la señal de las aulas virtuales.
A esto hay que sumarle la insensibilidad de los funcionarios de la CFE que a pesar de los llamados del Congreso de la Unión y de la misma Comisión Nacional de los Derechos Humanos, para que durante la pandemia no cortara el servicio a las personas que se atrasaran en el pago de sus recibos, esta hizo caso omiso y los cortes han continuado.
En tales condiciones arrancó el nuevo ciclo escolar en la que el gobierno federal acudió al sector privado para hacer llegar los servicios educativos al último rincón de este país mediante las señalas de radio, televisión e internet sin el éxito deseado.
En algunas comunidades hicieron a un lado las clases virtuales y los maestros solo envían las tareas que deben cumplir los alumnos a los dispositivos móviles de los padres de familia, una situación más difícil para muchos.
En el caso de Tabasco a todas estas dificultades hay que sumarle tres inundaciones en dos meses. A principios de octubre y las siguientes, a principios y medidos del mes de noviembre. Las afectaciones fueron inmediatas. Quienes pudieron continuar con sus clases debieron suspenderlas porque la casa del maestro o de los demás alumnos estaba inundada, o en el mejor de los casos si no tenían agua entre sus casas carecían del servicio de energía eléctrica o de señal de Internet.
Otros mencionaban que en los albergues no tenían condiciones para continuar con sus estudios.
El gobernador del estado anunció que en los lugares donde existan condiciones las clases se reanudarían a partir del lunes 23 de noviembre. La situación actual es complicada para la mantener la educación en Tabasco y en el país.
Quedará en la autoridad evaluar los resultados obtenidos en este año y hacer las adecuaciones necesarias para los próximos meses y el siguiente ciclo escolar. El reto es ofrecer educación de calidad hasta donde sea posible.
HABERES
Las personas que rentan viviendas y se vieron afectadas por las recientes inundaciones podrán recibir el beneficio que entregará la Secretaría de Bienestar a través del censo que se está realizando, aclaró el gobernador de Tabasco, Adán Augusto López Hernández.