José Martínez
Qué tan fuerte es la palabra corrupción para algunos, que apenas la escuchan le duele los oídos.
Andrés Manuel López Obrador desde sus inicios en la política, cuando decidió emprender el vuelo hacia la Ciudad de México, en cada una de sus entrevistas repetía que la corrupción era el mal de que el país estuviera de cabeza. Siempre estuvo luchando contra corriente. Se enfrentó a diversos actores políticos, sociales y empresariales, y su bandera continuó siendo la misma, ir en contra de la corrupción. Por ello, AMLO ahora como Presidente de la república, todos los días recibe críticas, desde el más bajo nivel hasta lo más alto. Una afirmación es que en todos los niveles la corrupción permea, y cuando se descubre, se viene abajo y golpea a la persona, ésta empieza a vociferar. Les pasa ahora a Roberto Madrazo y Diego Fernández de Cevallos. Les sucede a Felipe Calderón y Vicente Fox. Sólo por mencionar a unos. Les duele que les hayan quitado ciertos privilegios. Y no dudan en irse de frente contra el mandatario federal, porque le cumplió al pueblo respecto al tema. Primero los pobres, los vulnerables, era lo que decía AMLO en sus mítines, y lo cumplió. Pero eso trae una consecuencia. Aguantar los embates por parte de estos grupos de poder, porque no aguantan estar de esa forma. Desde Palacio Nacional expuso en la conferencia mañanera que conforme se liberan espacios de la corrupción y se incrementa el combate al tráfico de influencias, moches y demás, se recrudecen las agresiones de quienes se ven afectados “por la limpia”. Lo mismo pasa en Pemex. Por décadas se aprovecharon de la empresa y crearon dentro de ella un monstruo de corrupción. Grupos de empresarios, sindicatos y trabajadores hacían su propia fiesta. Con la llegada de Octavio Romero Oropeza se cortó casi de tajo el problema, y emperezaron los señalamientos en su contra. No gustó como era lógico cerrar las líneas del huachicoleo. No gustó correr a cientos de personas porque se descubrió que desde adentro contribuían a robar a la empresa. Ese es el compromiso que busca el Presidente, y Romero Oropeza simplemente lo llevó a cabo bajo esos riesgos, pero que era necesario enfrentar. Pemex es una de las empresas más grandes de Latinoamérica, y meterse a corregir los males que tiene cuesta, lleva tiempo, sin embargo, hubo un primer paso positivo, nada ni nadie puede decir que es lo mismo en esta administración, tanto el Presidente como el titular de la empresa están haciendo ese trabajo, a pesar de la mareas y olas gigantescas que tratan de ahogarlos.
HABERES
En su recorrido de ayer en Buenavista 2da. Sección, Yolanda Osuna Huerta indicó que se fomentarán las actividades recreativas y el deporte para bienestar social de los habitantes de Villahermosa. “En Morena le estamos apostando para fomentar el desarrollo humano, la igualdad y el bienestar social”. Una propuesta que coincide con el médico Feliciano Wong de un mejor entorno, y de Ana Bertha Vidal para rescatar Centro.