José Martínez
Toda generalización es injusta y arbitraria, pero lamentablemente así funciona la opinión pública. Una delgada línea es la que a veces hace cruzar la frontera. Una delgada línea es la que decide, incluso, nuestro comportamiento.
Lo sucedido el fin de semana en un estadio de futbol, de Querétaro, nos etiquetó a nivel mundial. Todas las noticias, incluyendo el coronavirus, quedaron guardadas en el cajón.
Los diarios internacionales, sin importar que la nota era del corte deportivo, dieron llamados en portada de sus tabloides, destacando esa mala actuación de grupos vándalos que hirieron, e incluso se habla de muertos, por un juego que se supone debe ser de convivencia familiar, a pesar de la carga comercial que implica.
El duelo de porras fue más allá, y en los videos y fotografías se aprecian personas con tatuajes en el cuerpo, quienes con fierros y otros con palos, se fueron encima del público visitante.
Esto provocó que las familias que sólo buscaban disfrutar de un partido de futbol, salieran huyendo por el lugar que fuera, porque de lo contrario serían víctimas de estos lamentables hechos.
A pesar de que las autoridades de Querétaro hayan declarado que no se presentaron víctimas, de inmediato en las redes soltaron fotografías de cuerpos aparentemente sin vida. Además de familiares sufriendo por la pérdida de alguno de los suyos.
El cuerpo de policía nada pudo o nada quiso hacer. Se asegura que no llegaron a tiempo, y que otros se atrevieron a abrir las rejas que separaban ambos grupos.
Insultos, gritos, golpes, patadas, corretizas; hubo casi de todo, sólo faltaron los balazos.
¿Qué está pasando con esta sociedad? Somos un volcán en plena erupción, esperando algo para detonar. El comportamiento traspasó todo. Cientos de personas vivieron el miedo en carne propia, sin saber qué hacer ni recibir protección.
Muchos ahora lamentan sobre los castigos que la Federación Nacional de Futbol marque, como ser sede de un mundial, vetar el estadio, y eso también causa preocupación, porque le están dando más valor a lo que pueda afectar al deporte que a la propia persona.
La falta de sensibilidad en la sociedad está al límite. Quedó demostrado el pasado fin de semana. Reinó lo vandálico por encima de la razón, sin importar que se lastimaran a niños o mujeres.
En otras partes del mundo México está catalogado de ser brutales. Hasta la invasión de Rusia a Ucrania quedó opacada. Suena excesivo para así fue.
HABERES
Durante el mediodía del lunes, fue detenido José Eduardo “Cuco” Rovirosa Ramírez, por su presunta responsabilidad penal en el delito de peculado, al estar relacionado con un pago irregular en la administración del Ayuntamiento de Macuspana de la que fue presidente municipal. ¿Será el inicio de la rendición de cuentas?