Felipa Nery
El anuncio de aprobar la Reforma Judicial en el mes de septiembre, cuando el Congreso de la Unión esté conformado por la mayoría calificada que eligieron los mexicanos el dos de junio pasado, integrada por los partidos: MORENA, Verde Ecologista y del Trabajo, más que nerviosismo entre los hombres del dinero y del poder económico, lo que pasó fue, que estos pretendieron meter presión para provocar que el dólar se disparara y cayera la Bolsa de Valores, con el fin de poner nervioso al Presidente Andrés Manuel López Obrador y a la Presidenta electa Claudia Sheiunbaum, incluso muchos empezaron a hablar de un inminente rompimiento político entre ambos, porque aseguraban que la presidenta electa no compartía los proyectos legislativos del Presidente Obrador.
Para esos que ya aseguraban que los proyectos de Claudia Sheinbaum y los del Presidente Andrés Manuel son distintos, ayer la presidenta electa fue clara y precisa, al señalar: “Sepan todos los mexicanos y mexicanas, los que votaron y los que no votaron, que nosotros somos la cuarta transformación de la vida pública y vamos a construir el segundo piso de la cuarta transformación”.
Y cuál ese segundo piso de la Cuarta Transformación del que Claudia habló en toda su campaña política?. Ese segundo piso tiene entre sus proyectos reformas al Poder Judicial y a los órganos constitucionales autónomos. Y por qué se quieren reformar?.
Hay que recordar, que desde el inicio de su administración el Presidente de la República propuso que ningún funcionario ganara más que el Presidente de la República y los del Poder Judicial, esos ministros de la Corte que reciben salarios superiores a los 300 mil pesos, servicios médicos privados, y los miembros de los órganos constitucionales autónomos que tienen super salarios y prestaciones que provocan derroches millonarios de pesos del presupuesto público, promovieron sus amparos para continuar manteniendo sus sueldos y negarse a la reducción de sus privilegios, sin importarles que el Presidente ha dicho que no puede haber un gobierno rico, con un pueblo pobre.
Además, el Presidente ha dicho que el Poder Judicial, no responde a los intereses del pueblo, sino que están a favor de las grandes corporaciones económicas, pues así lo han demostrado con muchas resoluciones judiciales.
Sobre este tema, la Presidenta electa fue clara al descartar la idea de un distanciamiento con el Presidente Andrés Manuel López Obrador, pues dijo que ellos son parte del mismo proyecto de nación que construyeron desde hace más de 20 años junto a millones de mexicanas y mexicanos.
Claudia Sheiunbaum reiteró los compromisos que ha enarbolado López Obrador: “por el bien de todos, primero los pobres”, dijo que así gobernará, porque gracias a ese principio han disminuido la pobreza y las desigualdades y la economía mexicana ha fortalecido su mercado interno, reiteró que gobernará con el principio de austeridad republicana, sirviendo al pueblo, “porque esa es la esencia de los principios de la cuarta transformación, no hay sorpresas, ni divisiones, tenemos muy claro hacia dónde vamos, vamos a dar continuidad”.
Ahí está pues ese mensaje para los que veían en Claudia Sheinbaum el regreso del neoliberalismo y la sepultura del gobierno que promueve el bienestar de los más desprotegidos. El proyecto es el mismo, sin duda.
La presidenta electa Claudia Sheinbaum, es una mujer que ha luchado desde los años de su juventud, del lado de los más desprotegidos y hoy no se apartará de sus compromisos.