José Martínez
Uno de los servicios esenciales para los ciudadanos es el transporte público, la movilidad a los centros de trabajo, a la escuela, al mercado, etcétera. Gran mayoría de la gente utiliza los medios de transporte públicos por necesidad, y mucha de ella transborda hasta dos rutas para acercarse a su destino diario. Si un prestador de servicio no tiene la capacidad para cubrir tal o cual ruta que le ha sido concesionada los principales afectados serán los usuarios.
Este es un tema que sexenio tras sexenio causa grandes dificultades a la clase trabajadora que ocupa los medios de transporte urbano, sub-urbano, rural y foráneo y que no se ha resuelto por diferencias entre los concesionarios y los gobiernos en turno. Para muestra el paro de transportistas reciente que afectó a muchas personas cuyo único medio de transporte es el público.
Quién no recuerda a los legendarios Saetas en la Villahermosa de los años 80, y al no muy lejano Transbús que se extinguiera hace unos doce años, y desde entonces a la fecha se ha prometido mejorar el transporte público en pos de la modernidad de los tabasqueños. Empresarios transportistas van y vienen, los gobiernos subsidian el servicio, pero nada se resuelve y los ciudadanos son los que más pierden.
No hay un orden verdadero que regule el transporte público en la capital tabasqueña, que determine el tipo de vehículos adecuados a la ciudad y sus vialidades para que el servicio sea eficiente, que los operadores tengan una capacitación adecuada para atender a los usuarios y garanticen la seguridad de estos.
El destinatario de cualquier tipo servicio público es el ciudadano, y los conflictos entre transportistas y gobiernos no deben ser el pan de cada día puesto que las alternativas de desplazamiento para los usuarios que no tienen los recursos para tomar un servicio de taxi o de aplicación es muy limitado.
En este caso, tanto autoridades como concesionarios necesitan sensibilizarse para prestar un servicio tan básico para evitar contratiempos y pérdidas económicas a quienes a diario viajan de sus hogares a sus centros laborales.
HABERES
Los pueblos originarios tendrán su festividad, y será el nueve de agosto en Tecoluta, Nacajuca. Ayer la asociación Guardianes del Conocimiento de los Pueblos AC, dieron a conocer las actividades que llevarán a cabo para esa fecha. Habrá Danza del k’ojo’ble y ceremonia de apertura. Conferencia: Derecho de las lenguas indígenas. Doctor José del Carmen Osorio May. Conferencia: Derechos de los pueblos indígenas de México y Derechos de la mujer indígena. Maestra Candelaria Lázaro Lázaro. Narración de la memoria histórica del pueblo yokot’an y exposición fotográfica de personajes indígenas.
Cronista: Arturo Ramon Ramírez. Además, Danza del Caballito. Marimba y cantantes en lenguas originarias.
Una buena oportunidad para revalorar las culturas nativas.