José Martínez
Los grandes ídolos y lo que parecía inamovible van cayendo al paso del tiempo, sólo aquellos excepcionales son los que perduran. Y al Partido Revolucionario Institucional (PRI) le va llegando su hora, no de golpe, ya que su longevidad como partido único desde 1929, como gran heredero de la Revolución Mexicana, lo mantuvo a flote y se resiste a pesar de sus pugnas internas.
Las siglas del PRI son un emblema que perdurará en la historia de nuestro país. Es el partido creador de instituciones pero se convirtió en el principal corruptor de las mismas al no querer renovarse a tiempo y extraviar la brújula.
Al ser testigos de cómo los últimos grandes personajes priistas se derrumban y cómo el oportunismo de la actual dirigencia nacional actúa, no creemos que sea posible, por más que lo intenten, lograr una reestructuración para no desaparecer en las elecciones intermedias del 2027. Lo que se nota actualmente es un agandalle, la apropiación de una marca a la que difícilmente volverán las bases que fueron desplazadas por el peñanietismo reciente.
En el caso de Tabasco, donde es menos probable que la dirigencia interina escuche el llamado desesperado de algunos militantes que piden la reestructuración de ese instituto político, tampoco le irá nada bien. Y esto ya lo prevé el excandidato a la diputación federal por ese partido, Cristian Emmanuel Jerónimo Álvarez, quien no augura un buen futuro si no se reorganizan las bases, las que eran por supuesto, la columna vertebral de aquel priismo dominante durante casi ocho décadas.
Jerónimo Álvarez acusa cerrazón en la dirigencia interina del priismo choco, no ve en Miguel Barrueta Cambrano a una persona dispuesta al diálogo con su militancia y esto “podría afectar negativamente el futuro del tricolor” en Tabasco. El priismo padece un proceso de desvanecimiento, una falta de personalidad que es notoria no solo a nivel local, sino también a nivel nacional.
El PRI vive una involución irreductible. De seguirá así es insalvable la pérdida de su registro en Tabasco en las próximas elecciones intermedias, el liderazgo nacional encabezado por Alito Moreno y Carolina Viggiano y su enfrentamiento con Dulce María Sauri Riancho, Manlio Fabio Beltrones y otros expresidentes tricolores no ayuda para nada. Sería un verdadero milagro que en Tabasco el gran dinosaurio no se extinguiera para siempre.
HABERES
Sorpresiva fue la salida de Egla Cornelio Landero como secretaria de Educación.
En su lugar quedó Rodrigo Marín, quien venía fungiendo como subsecretario dentro de la misma dependencia.
Este personaje estuvo al frente del Conalep y ya fue diputado local. Por su lado, doña Egla se irá a su despacho a seguir firmando, pero en el tema laboral, y también a disputar el control de los posgrados en la Unidad de Sociales de la UJAT, advierten fuentes internas.