José Martínez
El desplazamiento de personas procedentes de otros países o continentes se ha convertido en un fenómeno imparable en varias partes del mundo. México, por la frontera compartida con los Estados Unidos de América, se ha convertido en la principal zona del paso de migrantes. Tabasco es la puerta de entrada en el sur, y el flujo de personas que atraviesan el país ha sido más que significativo en los días recientes.
Según datos de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación, de enero a julio de este año 390 mil 325 migrantes han estado bajo custodia de las autoridades correspondientes en el estado. 17 mil personas han sido repartidas en los albergues con que se cuenta en la ciudad.
Uno se topa con migrantes de varios países por los alrededores de Ruiz Cortines, a la altura de la central camionera, también por Cardesa y otros puntos céntricos de la capital tabasqueña.
De ellos hay quienes piden ayuda para su estancia mientras siguen su camino rumbo al norte, o algunos se adentran en las colonias de la zona conurbada entre Centro y Nacajuca en busca de alimentos para sostenerse ellos y sus familias.
Los migrantes que atraviesan el estado son en su mayoría gente que busca una mejor calidad de vida con la que no cuentan en sus países de origen no hacen daño a nadie.
Sin embargo, en cuestiones de salud pública sí se manifiestan riesgos ante la propagación de enfermedades que no han tenido el tratamiento adecuado en su lugar de procedencia, y al permanecer conglomerados o hacinados puede resultar contraproducente para ellos mismos, así como para quienes viven cerca de los asentamientos donde suelen pernoctar o detenerse para descansar de su peregrinaje.
A pesar de los puestos de vacunación para prevenir enfermedades contagiosas que existen entre la frontera de México y Guatemala no es posible cubrir el gran número de migrantes, y esto podría salirse de control si las autoridades migratorias y de Salud no ponen la atención necesaria para evitar una posible eventualidad como la sucedida en el paso del tren en Huimanguillo donde hubo un brote de paludismo el año pasado. Ojalá que no suceda tal cosa, por el bien de los migrantes y de los tabasqueños.
HABERES
El alcalde electo de Comalcalco, Ovidio Peralta Suárez señaló que el problema de la inseguridad no es un tema exclusivo que afecte a Comalcalco, sino a 10 municipios más de Tabasco. El edil electo apuntó que “los ojos nada más se centran en Comalcalco, porque de ahí es nuestro gobernador electo Javier May”.
Peralta Suárez destacó que hasta el momento no ha definido si el director de seguridad pública municipal será un mando civil o militar, debido a que es una decisión que se tomará en la sesión de cabildo del 5 de octubre. Como se sabe, en los registros de seguridad pública nacional Huimanguillo y Cárdenas aparecen como demarcaciones con alta presencia de bandas delincuenciales, sobre todo las dedicadas al robo de combustible. La presidenta electa Claudia Sheinbaun adelantó que en todo el país se aplicarán esquemas de inteligencia policiaca.