Luis García
Aquella frase de “viva el rey, muera el rey”, queda desfasada con lo sucedido ayer en México, cuando el mandatario saliente, ya sin la banda presidencial, sin el nombramiento de presidente, sigue siendo vitoreado por las masas, por el pueblo de México que, desde su salida de su casa en el municipio de Tlalpan, ya lo esperaban para acompañarlo de diversas maneras hasta el Congreso de la Unión.
Nunca antes los mexicanos habíamos visto una despedida como la de ayer, pues estábamos acostumbrados que la llegada de los mandatarios salientes al Congreso de la Unión era muy deplorable, hasta triste se podría decir, porque los políticos que eran los únicos que acompañan al mandatario saliente en su última visita a ese recinto, era de solemnidad y sólo de compromiso para cumplir, pero en realidad no les interesaba para nada estar ahí, siempre prefieren estar al lado de quien llega al poder.
Hoy contrario a ello se rememoró los viejos tiempos de transición tranquila, donde el gobernante saliente y el entrante se encontraban, todos apoyados por los legisladores en pleno, sin menoscabo del señalamiento o la denostación en contra de uno y otro personaje. Esto es parte de un proceso democrático que estamos viviendo a partir del triunfo del partido Morena por segunda vez consecutiva de una presidencia de la República, lo que permite la continuidad de un proyecto de Nación que comenzó en 2018 y donde la actual mandataria tiene todo el conocimiento, porque ha trabajado con López Obrador de la mano, desde hace muchos años.
López Obrador cosechó ayer todo lo que sembró durante seis años, de trabajo en favor de los mexicanos, toda la clase política reunida en el salón de pleno donde se llevaría a cabo la toma de protesta de la presidenta de los mexicanos, Claudia Sheinbaum Pardo, se desvivió por saludarlo, por mostrarle su agradecimiento por el trabajo realizado.
BRILLANTE DISCURSO DE LA NUEVA PRESIDENTA
Pero entrando en el terreno de la toma de protesta de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo independientemente de lo dicho sobre las acciones que van a realizar y que tiene que ver con las cuestiones presupuestales, y acciones de infraestructura que son muchas, lo importante son los diversos significados que se observaron en el mensaje político de la mandataria mexicana.
Y en ello, primero nos referimos al agradecimiento de la presidenta a López Obrador a quien calificó como “el mejor presidente que ha tenido nuestro país, luego de Lázaro Cárdenas”. Recuerda lo dicho por López Obrador en ese mismo espacio hace algunos años: “ustedes me van a juzgar, pero todavía falta que a ustedes y a mi nos juzgue la historia, hoy la historia y el pueblo lo ha juzgado, el mejor presidente, el más querido, solo comparable con Lázaro Cárdenas, el que inicia y termina su mandato con más amor de su pueblo. Y para millones el mejor presidente de México, el que inicio la revolución pacífica de la cuarta transformación de la vida política de México”.
Lo anterior nos dice que no habrá un rompimiento, tal como se esperaba con su amigo, su compañero, su maestro, por el contrario, la solidaridad se mostró al final del evento donde una y otra vez se abrazaron y se besaron, como muestra de una amistad que no termina, sino por el contrario se fortalece y servirá de guía para los próximos años. El mensaje enviado por CSP, es muy claro, la lealtad es primero, la lealtad a quien supo ser un hombre de palabra, de amor hacia los demás.
Otro momento que considero necesario recordar y queda presente en el sentimiento de las millones de féminas que le dieron su confianza para que sea la primera mujer en la historia de nuestro país en ser presidenta y esto tiene un significado más allá del hecho mismo de ganar un proceso y la mandataria lo describe de manera clara y contundente: “Es tiempo de mujeres, durante mucho tiempo las mujeres fuimos anuladas, a muchas de nosotras nos contaron desde niña una versión de la historia, nos querían hacer creer que el curso de la humanidad era protagonizado únicamente por hombres, poco a poco esa visión se ha ido revertiendo. Hoy sabemos que las mujeres participaron en las grandes hazañas de la historia, desde diferentes trincheras y también sabemos que las mujeres podemos ser presidentas y con ello hago una respetuosa invitación a que nos nombremos presidentaaa con “a” al final, al igual que abogada, científica, soldada, bombera, doctora, maestra, ingeniera con “a” porque como nos han enseñado, sólo lo que se nombra, existe.”
Totalmente emocionada por el reconocimiento a su envestidura como presidenta Claudia Sheinbaum, dijo que “hoy quiero reconocer a las heroínas de la patria, a las que seguiremos exaltando, sino también a todas las heroínas anónimas, a las invisibles que con estas líneas hacemos visibles, a las que con nuestra llegada a la presidencia y estás palabras hago aparecer, las que lucharon por sus sueños y lo lograron, las que lucharon y no lo lograron, llegan las que pudieron alzar la voz y las que no lo hicieron, llegan las que han tenido que callar y luego gritaron a solas, llegan las indígenas, las trabajadoras del hogar que salen de sus pueblos para apoyarnos a todas las demás, a las bisabuelas que no aprendieron a leer y escribir porque la escuela no era para niñas, llegan nuestras tías que encontraron en su soledad la manera de ser fuertes, a las mujeres anónimas, las heroínas anónimas que desde su hogar, las calles o sus lugares de trabajo lucharon por ver este momento.”
Y prosigue: “llegan nuestras madres que nos dieron la vida y después volvieron a dárnoslo todo, nuestras hermanas, que desde su historia lograron salir adelante y emanciparse, llegan nuestras amigas y compañeras, llegan nuestras hijas hermosas y valientes y llegan nuestras nietas, llegan ellas las que soñaron con la posibilidad de que algún día no importaría si naciéramos mujeres u hombres podemos realizar sueños y deseos sin que nuestro sexo determine nuestro destino, llegan ellas, todas ellas que nos pensaron libres y felices”.
La locura en el pleno no se hizo esperar con el grito unánime de presidenta, presidenta, presidenta. Y remata su mensaje: “que, con todas ellas, aquí a nuestro lado llegan nuestros más grandes sueños y anhelos, llegan con nosotras el pueblo de México, hombres y mujeres empoderadas. La transformación les devolvió la dignidad, la libertad y la felicidad y nunca nadie más se las podrá arrebatar. “Soy madre, abuela, científica y mujer de fe y partir de hoy por voluntad del pueblo de México, la presidenta Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos. Gobernaré para todos y para todas, y tengan la certeza de que pondré mi conocimiento, mi fuerza mi historia y mi vida misma al servicio del pueblo y de la patria, tengo la certeza de que consolidaremos juntos y juntas un México cada día más próspero, libre, democrático, soberano y justo. No les voy a defraudar, les convocó a seguir haciendo historia, que viva la cuarta transformación que viva México”, proclamó tres veces para concluir su primer discurso como presidenta de todos los mexicanos. ¡Habemus presidenta!