José Martínez
Son buenas señales que la oposición analice las iniciativas propuestas por el gobernador Javier May Rodríguez, ya que son “propuestas de beneficio para el pueblo”. Se avanza con la madurez política, tan necesaria para que el funcionamiento de la administración que apenas comienza sea el correcto.
El hecho de que uno o varios partidos sean oposición no significa que toda propuesta que venga del gobierno, o en su caso, del partido en el poder deba rechazarse. El consenso debe darse, es parte de la civilidad política, independientemente que cada cual tenga una ideología diferente, siempre debe buscarse el bienestar del pueblo.
Es necesario que al pueblo se le devuelvan sus libertades, como en el caso de elegir a sus propias autoridades municipales. Nadie tiene la facultad de negarle el derecho de decidir por cuenta propia.
Las propuestas pueden modificarse, o permanecer tal y cual fueron creadas. En cuestiones políticas a veces no es conveniente aceptar razones o buenos argumentos, sin embargo se debe poner en consideración qué es lo que mejor conviene al los ciudadanos y no los intereses políticos.
Si el gobernador May Rodríguez propone la revocación de mandato y esto abona para que el pueblo participe, es benéfico para que la democracia se consolide y se fortalezca a medida que los funcionarios públicos no olviden que su posición se debe al voto emitido por los ciudadanos.
En el caso de las ternas para el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) y la Fiscalía General del Estado (FGE) las decisiones tienen que ser responsables y en ello estriba que haya el aval de los partidos opositores. Así lo está haciendo el jefe del Ejecutivo estatal y en su momento los legisladores habrán de consensar lo más conveniente para que la entidad no padezca el índice de delincuencial que nos perjudica a todos.
Un buen fiscal, honesto y capaz; un presidente del Tribunal que llegue realmente a cuidar la justicia sobre todo para los más pobres y las víctimas; un secretario de seguridad sin más compromiso que proteger al pueblo, son indispensable para que Javier May rinda buenas cuentas al final de su gobierno.
En un régimen democrático caben la crítica y la autocrítica, la reflexión de los actores políticos debe anteponerse a cualquier interés ajeno al bienestar de los ciudadanos. La gobernanza y la estabilidad dependen de ello.
HABERES
De grandes alcances que a los 56 años de la masacre de Tlatelolco la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ofreciera disculpas a familiares de las víctimas y sobrevivientes de aquel vergonzoso episodio en la historia de nuestro país. Esas disculpas deben alcanzar a todo un país ofendido por la barbarie. El lamentable suceso orquestado desde el poder del Estado encabezado por Gustavo Díaz Ordaz no debe repetirse nunca más y es condenable que desde cualquier gobierno se decida lastimar al pueblo. La secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, consideró que disculparse desde la posición en la que ocupa fue debido a que este ente público (Gobernación, Luis Echeverría) fue quien orquestó la movilización contra el pueblo…Y lo premiaron con la Presidencia.