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71 años de ser ciudadanas

71 años de ser ciudadanas

Felipa Nery

Mejor celebración no podíamos tener las mujeres al cumplirse 71 años del reconocimiento al derecho a votar y ser votadas, con la asunción al poder de la primera Presidenta de la República Mexicana, Claudia Sheinbaum Pardo.

Históricamente, las mujeres no fueron consideradas como ciudadanas con los mismos derechos que los hombres; en México, al igual que otras partes del mundo, las mujeres no tenían derecho al voto igual que los hombres y muchos menos a participar en política, porque se consideraba que los asuntos públicos era cuestión de hombres y las mujeres solo habían nacido para ser ama de casa, criadora de hijos y asistir a su marido.

Aunque en la historia aparecen mujeres en acontecimientos trascendentales para el país, como en la lucha por la Independencia en 1810, donde figuran Josefa Ortíz de Domínguez y Leona Vicario, entre otras, así como en la Revolución Mexicana, las mujeres participan empuñando y disparando los rifles, como enfermeras, como asistentes de los hombres, las mujeres no fueron incluidas en las deliberaciones que se daban para definir el rumbo del país. Las asambleas del constituyente permanente de 1917 no registran la participación de ninguna mujer, como ocurre el día de hoy, donde la mujer tiene representación paritaria por disposición constitucional de 2019.

Las mujeres no participaban en política no por falta de interés de ellas, sino porque los hombres que ostentaban el poder, no les permitían ingresar a su círculo, desde 1917 habían mujeres como Hermila Galindo que reclamaba derechos a participar en política y no les era permitido, las mujeres se postulaban por los puestos, ganaban las elecciones, pero les negaban el reconocimiento del triunfo, por no tener derecho a ser electas, como ocurrió em 1937 con Refugio García, en Michoacán, que la mujer hasta hizo huelga de hambre, pero de nada le valió su sacrificio.

Es hasta 1953 que el Presidente Adolfo Ruiz Cortínez promulga la reforma constitucional que reconoce la ciudadanía a las mujeres, que pueden votar y ser votadas por un cargo de diputadas federal. 

Hoy después de la lucha que encabezaron nuestras ancestras,  que no lograron cristalizar sus aspiraciones de participar en política, ya tenemos un Congreso de la Unión paritario, 9 mujeres gobernando en igual numero de entidades federativas, y una Presidenta de la República que obtuvo el triunfo con el 60 por ciento de los votos y al asumir el poder, su figura se ha agigantado, porque hoy la confianza en su gobierno alcanza niveles que llegan casi al 90 por ciento.

Por supuesto que han cambiado las leyes, se ha obligado a respetar espacios políticos para las mujeres, pero aun falta transformar las mentes machista que permanece en la gran mayoría de los hombres que se niegan a incluir las mujeres en puesto de mayor importancia y las relegan a ocupar posiciones de menor jerarquía, a pesar de las disposiciones normativas que los obligan, pero lo más grave sin duda, son aquellos hombres que siguen sin respetar la vida de las mujeres y cometen feminicidios.