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Llegaron apoyos; gratis y sin intermediarios, para los que menos tienen a Villa Chablé

Llegaron apoyos; gratis y sin intermediarios, para los que menos tienen a Villa Chablé

Así como remendaba sus redes para pescar, don Eladio Molina había remendado su viejo bastón para que le siguiera sirviendo de apoyo. Su viejo bastón, le costó 350 pesos de antes. “Estaba caro, pero ¿qué le voy hacer? A mis 81 años de edad, lo necesito”, dijo resignado.

Ahora, con la llegada de las Jornadas de Atención al Pueblo en Territorio a la Villa Chablé, en Emiliano Zapata, el nuevo bastón le costó solo dar las gracias. El DIF le entregó uno impecable y reforzado completamente gratis.

Este hombre, nativo de la Villa, se dedicó toda su vida a pescar en el gran Usumacinta. Era natural que así fuera, pues todavía ni cumplía los 8 años y ya salaba la carne y ayudaba a sus padres. Le tocó ver cómo las artes de pesca evolucionaron, antes no había chinchorro, se usaba la figa y un farol para atrapar el pejelagarto. 

También reconoce que las Jornadas de Atención ni imaginar que se dieran. “Para nada, nosotros no existíamos”, ataja mientras se seca el sudor con un paliacate azul.

Don Eladio ya lo decidió: Su antiguo bastón tendrá el mismo destino de sus viejas redes de pesca, su figa, su calabazo o bush. “Los voy a guardar para que cuando yo no esté, mi prole sepa cómo me gané la vida honradamente”, comenta contento antes de abandonar la cancha techada del lugar.

En las primeras horas de la mañana, las unidades móviles de la Secretaría de Salud fueron visitadas por cientos de habitantes de Chablé. Mientras la optometrista Oralia Cupil coloca varios lentes con distintas graduaciones para dar con lo que mejor ve, doña Herlinda Centeno explica la desbordante fila de espera de sus paisanos. 

“La mayoría de nosotros necesitamos estos apoyos porque no tenemos recursos para ir al doctor. Las familias viven del jornal del hombre de casa, que se paga en 150 pesos. Yo vivo del 60 y más, pero agradezco mucho que nos traigan estos grandes apoyos”, menciona.

En la unidad móvil de mastrografía, doña María Guadalupe Alcaraz espera turno. Ella llegó directamente a este módulo porque desde hacía dos años no se había hecho el estudio.