Rusia admitió este martes que, a pesar de haber atacado un consorcio militar en la ciudad ucrania de Dnipró con su misil hipersónico balístico de nueva generación, llamado Oreshnik (Avellano), como advertencia de que está en condiciones de alcanzar en cuestión de minutos cualquier país europeo cuyas armas se usan contra blancos en el territorio ruso, Ucrania volvió a lanzar misiles de largo alcance (hasta 300 kilómetros) estadunidenses contra instalaciones militares en la región de Kursk.
El ministerio ruso de Defensa, tras afirmar que la situación está bajo control, adelantó que “se preparan acciones de respuesta”, sin precisar de qué tipo ni cuándo se concretarán.
“Con base en datos verificados, el ejército de Ucrania, en los tres días recientes, llevó a efecto dos ataques con armas de largo alcance en Kursk, empleando misiles tácticos Atacms fabricados en Estados Unidos”, señaló el ministerio en un comunicado oficial.
La dependencia castrense precisó que, el sábado 23 de noviembre, el ejército ucranio disparó cinco misiles Atacms contra las posiciones de una división de cohetes antiaéreos S-400 cerca de la localidad de Lotariovka, a 37 kilómetros de la ciudad de Kursk, capital de la región homónima.
El lunes 25 de noviembre, indica el comunicado, el aeropuerto Vostochny de la ciudad de Kursk, que alberga la base aérea de Jalino.