Marichuy Castillo
“Delante de las canas te pondrás de pie y honrarás el rostro
del anciano; y de tu Dios tendrás temor. Yo soy el Señor.”
Levítico 19:32
Los adultos mayores de Tabasco representan un pilar fundamental de la sociedad, aportando una vasta experiencia y sabiduría acumulada a lo largo de los años. Sin embargo, enfrentan desafíos significativos, como el riesgo de abandono, maltrato y discriminación.
Para abordar esta problemática, se han implementado diversas iniciativas y reformas legales destinadas hacia ellos, como la ley para la Protección de las Personas Adultas Mayores en el Estado de Tabasco, que establece mecanismos para salvaguardar sus derechos, enfatizando la importancia de proporcionar atención médica adecuada, apoyo social y oportunidades de empleo acordes con sus habilidades y experiencia.
El ejemplo más destacado en estas iniciativas es la Casa del Árbol, una residencia para adultos mayores en situación de vulnerabilidad. El compromiso del gobierno estatal con los adultos mayores se ha visto reforzado recientemente con el anuncio del Gobernador Javier May Rodríguez sobre la rehabilitación de la Casa del Árbol. Durante una convivencia con niñas, niños y adultos mayores atendidos por el DIF Tabasco, el mandatario informó que a partir de enero se iniciarán trabajos de remodelación en áreas clave del centro, como el centro de lavado, el centro de rehabilitación y las áreas médicas, con el objetivo de mejorar la calidad de los servicios ofrecidos.
Esta iniciativa forma parte de una estrategia integral que busca mejorar las condiciones de vida de los grupos más vulnerables en el estado, reafirmando la prioridad que representa la asistencia social en la agenda gubernamental. La rehabilitación de la Casa del Árbol no solo mejorará la infraestructura del centro, sino que también simboliza un compromiso renovado con el bienestar y la dignidad de los adultos mayores en Tabasco.
Para fortalecer aún más el respeto y la integración de los adultos mayores en la sociedad, a manera de propuesta, puede ser el impulsar una campaña ciudadana de concientización sobre la importancia de su experiencia y contribución; podría incluir talleres intergeneracionales, donde jóvenes y adultos mayores compartan conocimientos y habilidades, fomentando el entendimiento mutuo y el respeto.
Es fundamental reconocer que el respeto hacia los adultos mayores y la valoración de su experiencia no solo mejoran su calidad de vida, sino que también enriquecen a la sociedad en su conjunto, creando comunidades más inclusivas y cohesionadas.