Luego de recientes exploraciones en los vestigios del sitio arqueológico de X’baatún, en Yucatán, arqueólogos españoles y mexicanos determinaron que dicha ciudad maya no fue un simple satélite de Izamal, como se sugirió durante varios años, sino una ciudad con idiosincrasia propia y que pudo ostentar elementos de estilo Puuc.
Además, como parte de las recientes investigaciones in situ, se reveló el hallazgo de piezas de cerámica, que podrían ser descritas como grandes tinajas para contener agua, que explicarían su topónimo, así como restos de obsidiana que evidencian el posible vínculo comercial entre esta ciudad maya –ubicada en la reserva ecoturística del Parque Oxwatz, en el municipio de Tekal de Venegas– y el centro de México.
Así lo detalló a Excélsior Juan García Targa, codirector del Proyecto X’baatún, quien explicó que, durante los recientes trabajos de mapeo, apoyados con tecnología de fotogrametría y vuelos de dron, se determinó que el sitio maya de X’baatún –que significa lugar donde se recoge el agua o donde se almacena– abarcaría poco más de 5.5 km cuadrados.
“No es una coincidencia, que la mayoría de los recipientes cerámicos que hemos encontrado aquí se utilizaran para contener agua, así que es probable que este lugar tuviera algún tipo de función ritual vinculada con dicho elemento”, expuso, dado que el sitio cuenta con la presencia de aguadas y de un cenote.
Como parte de los trabajos de 2024 encabezados por García Targa, con ayuda de expertos del INAH, trabajadores de la zona y de la arqueóloga española Carmen Varela Torrecilla, destacó la realización del primer levantamiento topográfico, el cual “permitirá conocer mucho mejor algunas de las estructuras que tan solo teníamos punteadas con GPS”, así como la cimentación de una muralla, que habría servido como delimitación social.