Desde Tabasco, Andrés Manuel López Beltrán, secretario de Organización de Morena, advirtió sobre los riesgos que enfrenta el partido en su propio estado.
Dirigiéndose a una multitud que se dió cita en el gran Salón Villahermosa, sostuvo que la oposición está “destrozada” y la “esperanza de México” es una fuerza política hegemónica, pero no hay que confiarse.
“Ante nuestros errores y nuestra división podemos fortalecer y crear nuestra propia oposición”, declaró, haciendo un llamado urgente a la unidad para evitar el debilitamiento de Morena.
Durante su discurso, enfatizó el papel histórico de Tabasco en el movimiento que lidera su padre, el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Resaltó cómo esta entidad fue un pilar desde las primeras contiendas electorales del presidente y en los momentos de mayor resistencia política, reconociendo a los tabasqueños como impulsores clave de la transformación en México.
Sin embargo, sostuvo que el triunfo de Morena en Tabasco, con una oposición tradicionalmente debilitada, no garantiza la estabilidad si no se fortalece la cohesión interna.
Consciente de las posibles repercusiones de una fragmentación en el partido, instó a los militantes a superar diferencias personales y a poner por encima de todo el interés del pueblo.