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Por Felipe Hernández/Avance

Un nuevo nombre comenzó a circular con fuerza en foros, redes sociales y tiendas digitales: retatrutida. Aunque se trata de un fármaco que aún no está aprobado para uso humano, y cuya fama creció lejos de hospitales y consultorios, pues ha sido impulsada por internet.
La retatrutida fue desarrollada por la farmacéutica Eli Lilly y todavía se encuentra en fase de investigación clínica, a pesar de ello, los resultados preliminares han despertado expectativas poco comunes en el mundo médico, para muchos, es vista como el siguiente gran avance contra la obesidad.
Este medicamento pertenece a la familia de los inyectables para adelgazar, como la semaglutida o la tirzepatida, su diferencia es que actúa sobre tres receptores hormonales relacionados con el metabolismo, de ahí su apodo“Triple G”. Esta combinación reduce el apetito y aumenta el gasto de energía del cuerpo.
En ensayos clínicos de fase II, personas con obesidad perdieron en promedio más del 24% de su peso corporal en menos de un año, la cifra supera los resultados de otros fármacos similares ya aprobados. Estos datos fueron suficientes para que la retatrutida fuera catalogada como “revolucionaria”, aunque los estudios aún no han concluido.
La popularidad del medicamento coincidió con su aparición en el llamado mercado gris, tiendas en línea lo venden como “producto químico de investigación”, una etiqueta que permite su comercialización legal.
Jake Terry es uno de los casos más citados, tras conocer estos fármacos por un problema de salud de su hija, decidió probar versiones no oficiales. Los resultados lo convencieron y terminó distribuyendo retatrutida en internet. Él insiste en que no la vende para consumo humano, aunque sabe cómo se utiliza.
En redes sociales abundan los testimonios de usuarios jóvenes, atletas y personas interesadas en la estética corporal. Algunos aseguran que la retatrutida ayuda a quemar grasa sin perder músculo, otros destacan que no provoca una supresión extrema del apetito, historias que han alimentado su fama viral.
No todos los relatos son positivos, pues se han reportado efectos secundarios como mareos, fatiga, problemas digestivos y sensibilidad extrema al tacto. En algunos casos, las reacciones fueron lo suficientemente graves como para requerir atención médica.
Eli Lilly ha advertido que la retatrutida solo es legal dentro de sus ensayos clínicos. La FDA también ha emitido alertas sobre su venta en línea, señalando posibles daños a la salud. Aun así, el interés no disminuye. Mientras se espera su posible aprobación entre 2026 y 2027, la retatrutida sigue creciendo en un terreno incierto, entre la promesa médica y el riesgo clandestino.