CONCIENCIA AMBIENTAL

Marichuy Castillo

Génesis 2:15 (NVI):

“El Señor Dios colocó al hombre en el jardín 

de Edén para que lo cultivara y lo cuidara”.

En días anteriores la Comisión Ambiental de la Megalópolis anunció en Ciudad de México la permanencia de la Fase I de contingencia ambiental por ozono en la Zona Metropolitana del Valle de México debido a condiciones atmosféricas desfavorables, incluyendo un sistema de alta presión y alta radiación solar. Las situaciones de alteración de los espacios ambientales, afectan las zonas, principalmente, humanas, pues es su actividad la que genera muchos tipos de contaminación, no solo para el medio ambiente, sino para la sociedad misma, tales como la contaminación auditiva y la visual. 

Nunca se debe desestimar la acción humana y la afectación para nosotros. Así como somos responsables de los problemas de sobrepeso (y sus consecuencias), debido, muchas veces, a la falta de responsabilidad de una dieta equilibrada, así somos responsables, como sociedad, de los problemas ambientales que se manifiestan a nuestro alrededor como respuesta a la falta de disciplina e interés que tenemos para mantener una relación saludable con la naturaleza. Aunque siempre he sostenido que las mayores afectaciones al ecosistema lo ocasionan las grandes empresas, también sé que las pequeñas acciones que el ciudadano realiza día con día, ayuda a mejorar la forma en que la naturaleza responde a los estímulos que, como sociedad, le emitimos. 

En cada región del mundo, y del país, los daños ambientales son producto de la actividad humana de ese lugar. Por eso, en CDMX, la mayor parte de estos son debido a la prevalencia de gases potencialmente peligrosos para los humanos. Pero no debemos olvidar que, en Tabasco, las contingencias existen, y mayormente son por incendios forestales, generalmente durante el periodo de estiaje, recordando que la intensa actividad de incendios, muchas veces provocados por la quema irracional de terrenos, mantiene latente la posibilidad de un problema similar a la de 1998, cuando debido a los incendios, Villahermosa y otras áreas del estado, experimentaron una intensa presencia de humo, lo que ocasionó problemas respiratorios y oculares en las personas, así como una importante contaminación del aire por partículas. Así mismo, son comunes las contingencias hidrometeorológicas, debido a ubicación geográfica, que tienen la capacidad de poner en riesgo a las familias, su patrimonio y al entorno natural. 

De testigos. Es así como les dedico este mensaje: queridos tabasqueños, el cuidado del entorno es responsabilidad de cada uno de nosotros, y por eso, creo que esta es una recomendación poderosa: eé un guardián de la naturaleza. Reduce, reutiliza y recicla, planta árboles, evita la quema de terrenos y educa a otros sobre la importancia de preservar nuestro hermoso estado. Juntos, podemos proteger Tabasco y garantizar un futuro sostenible.