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Dejó huellas en la tierra

Dejó huellas en la tierra

Felipa Nery

El viernes por la tarde corrió la noticia, como reguero de pólvora, que Carlos Garrido Gular había sido asesinado en Villa La Venta, Huimanguillo, cuando salía del Instituto Tecnológico, del que era director desde marzo del 2019, cuando recibió su nombramiento de manos del entonces secretario de Educación, Guillermo Narváez Osorio. Era imposible no creer la mala noticia, porque iba acompañada de la fotografía que mostraba su cuerpo y su rostro, pero además, porque hoy en día con la violencia que se vive en el país y de la que Tabasco no se libra, todas y todos estamos expuestos a correr esta misma suerte y Carlos no era la excepción, puesto que su trabajo como director de ese Instituto Tecnológico Superior lo exponía no sólo por viajar en esas carreteras que son peligrosas, sino porque en el mismo lugar hay muchos males que aquejan a ese centro educativo y seguramente tocaba algunos intereses obscuros, para sanearlo. La desagradable noticia, que consternó e impactó a una gran parte de la sociedad tabasqueña, corrió por todas las redes sociales, en las que se vió en su inmensa mayoría lamentaciones por la desgracia que le tocó un hombre joven, que fue considerado amigo de muchos, solidario, sencillo, humano, a pesar de provenir de una familia de buen nivel social, pero es que no podía esperarse menos de él, pues esa familia que formaron Francisco Garrido (QEPD), quien falleció hace ya casi 20 años  y Marlene Gular, siempre han sido apreciados en la sociedad tabasqueña, por ser personas nobles, de trabajo, amorosas, cariñosas, luchadores, herencia más importante que le han legado a sus hijos Carlos Luis, Francisco y Mayté, por eso en su velorio y sepelio que tuvo lugar en el Recinto Memorial el sábado y domingo por la mañana, las muestras de cariño y afecto de centenares de persona, se hicieron presentes para abrazar a sus deudos, la señora Marlene, su hermana Mayté, su cuñado Emilio y sus sobrinos Emilio y Francisco. Fueron muchas las amistades que cultivó a lo largo de su vida, que dedicó al servicio social en todos los espacios que ocupó como servidor púbico, como subsecretario de gobierno, como director general del CONALEP Tabasco y ahora como director del Instituto Tecnológico de La Venta. Si bien su madre Marlene y su hermana Mayté, son mujeres de fé, con mucha fortaleza en el amor de su familia y sus amistades, sin duda que la partido de Carlos Luis, es un gran golpe para ellas, en especial, en estos momentos que también su hijo y hermano, Francisco, pasa por un momento crítico de salud en la Ciudad de México, donde es atendido y estaba acompañado de su madre, quien tuvo que dejarlo para venir a despedirse de su otro apreciado hijo Carlos Luis. Desgraciadamente, esta descomposición social en la que vivimos hoy a causa de la actuación de tantos grupos delictivos en el país y en Tabasco, ha cobrado la vida de personas inocentes, que sólo dedicaban su vida a trabajar a favor de los demás, como era el caso de Carlos Luis Garrido. Descanse en paz y esperemos que la justicia Divina y de la tierra alcance a los asesinos

Enviamos nuestras condolencias a Gina Trujillo, por la muerte de su esposo el ingeniero José Enrique Rovirosa Priego, también a los familiares de nuestro amigo Francisco Javier Pacheco de Salazar, ex colaborador de este diario, quien  falleció ayer domingo.