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LA SEGURIDAD ES CUESTIÓN DE TIEMPO

MARYCHUY CASTILLO

Dichosos los que reconocen su necesidad espiritual, pues el reino de dios les pertenece

Por instinto natural del ser humano,la convivencia social, la necesidad de confiar en el otro para lograr el objetivo de la común, está inmerso en el inconsciente colectivo. No es que las personas no se hayan dado cuenta que no hay policías o tránsitos, es más bien que las personas actúan bajo las normas sociales simplemente porque es lo correcto. La otra cosa es que es cierto es que eventualmente la violación, primero de normatividades sociales, se irán rompiendo, para llegar a trasgredir reglamentos establecidos (como los de tránsito) hasta, inclusive, faltar a leyes reguladas por códigos de procedimientos penales. Obviamente, no es bueno para la ciudadanía.
Si bien por ahora puede que no tengamos mucho que temer, la verdad es que cada día que pasa es un punto a favor de la proliferación del caos. Cada hora que pasa es una provocación para los criminales, tanto mayores como menores, porque mientras los delincuentes de barrio se prepararán para asaltar en calles y hacer suyos los rincones oscuros, las bandas ganan tiempo para orquestar goles de magnitudes severas, como lo podrían ser la defraudación, extorsión colectiva o hasta la extracción del dinero de bancos o grandes empresas. Esta es la simple razón por la que el conflicto de seguridad en el Estado tiene que ser resuelto cuanto antes.
Lamentablemente, entre que unos son tarugos y otros son tercos, y otros más orgullosos, y otros más unos perdedores, mientras no haya intensión de ceder o negociar, no se podrá llegar a algún acuerdo hasta que sea demasiado tarde, entendiendo un golpe grande, como se ejemplificó anteriormente, una expresión de violencia mayor como (Dios no lo quiera) una matanza o secuestro colectivo, o cuando alguien “toque” los intereses de algún funcionario. Repito Dios no lo quiera, pero quizá cuando Lamoyi, Ojeda, Lara o De La Vega sean asaltados con violencia, será cuando las autoridades correspondientes van a ir corriendo a pedirle a los policías que regresen a trabajar. Esperemos que no sea demasiado tarde.
De testigos.- Anteriormente, en los eventos de elección de flores bellas de Tabasco, se vendía la cerveza en vasos por una premisa básica: en caso de ser usado como proyectil, el impacto sería mucho menor que lo haría una “bellita” o “lata”. El día de hoy se sorprenden porque se lanzaron algunas “chelas” a la ganadora de la Flor de Oro, cuando la logística del evento (que falló brutalmente) propició que este tipo de recipientes dañara a la rubia ojiverde nacajuquense. Ojo, no hay justificación, para nada, las muestras de rechazos por el resultado, ni las agresiones contra Daniela, pero, en caso de haber habido vasos de unicel, tal vez sólo hubiera salido bañada y no lastimada.