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LOS ETERNOS ADORADORES DE LA VELA PERPETUA +SE LLENAN LA BOCA DE HONORABILIDAD, PERO VIVEN EN LA OPULENCIA

LOS ETERNOS ADORADORES DE LA VELA PERPETUA +SE LLENAN LA BOCA DE HONORABILIDAD, PERO VIVEN EN LA OPULENCIA

Luis García

Uno de los problemas eternos del ser humano es su exceso de confianza y de pensar que están siempre protegidos, claro me refiero a ese tipo de personas que tienen todo en la vida y que la cuestión económica para ellos no es tema, pues han pasado ya el punto donde el dinero es una preocupación constante, sino por el contrario han acumulado tanto, que las respuestas que dan al mundo cuando se les cuestiona, es de valemadrismo, aderezado con las cantidades ominosas de recursos que tienen y que nunca de los nunca lo podrán mostrar porque entonces mostrarían como son en realidad, seres descarnados, grotescos y demoníacos.

Hay sujetos que han amasado cantidades de recursos que les daría para que sus hijos y los hijos de sus hijos vivan con tranquilidad como para no tener que dar golpe. Y que seguramente en la siguiente generación podrán decir que lo obtenido es parte de la herencia de su glorioso padre, logrado con trabajo digno. La realidad es lo contrario pero ya no habrá nadie que los contradiga.

Lo que desconocen es que siempre habrá una hemeroteca, digital por cierto, que les recordará de donde viene ese dinero. Pero ojo, pocos, muy pocos querrán saber realmente cuál es el origen de mengano o zutano, pues las preocupaciones de ese momento serán otros y entonces esas familias de pudientes, podrán seguir gastando lo que sus padres le heredaron, o haciendo crecer la herencia familiar.

Seres del edén que hoy se encuentran enterrando, si enterrando las grandes cantidades de dinero, robadas de distinta formas, buscando prestanombres para que esas ganancias deshonestas no se conozcan.

Engañan al pueblo con falsas fachadas de honestidad y transparencia, se presentan como adalides de la honestidad, cuando saben que están manchados por la corrupción que campea en todas las administraciones gubernamentales.

Pero lo peor de todo, estimado lector es que se creen sus propias mentiras, se engañan así mismo, se dicen puritanos, adoradores de la vela perpetua, lloran la muerte de Cristo, se dan golpes de pecho y salen de las iglesias convertidos de nueva cuenta en seres devotos, bendecidos por el Señor.

Pero en el fondo siguen siendo los mismos monstruos, acumuladores compulsivos de dinero. Y nadie les puede señalar porque lo primero que expresan llenándose la boca de estiércol, es “compruébalo”, con la seguridad que no se encontrará nada, nada. Son como los asesinos, que planean muy bien sus crímenes de tal modo que pasan la vida sin que nadie encuentre, primero a las víctimas y luego los puedan culpar. Tontos no son, tontos son quienes piensen que son tontos.

La deshonestidad por las noches se viste de gala y sale a darse baños de valemadrismo para que al amanecer regrese a sus aposentos, llena de energía para continuar la vida de honestidad recalcitrante que muestran a sus protectores. A quienes los están haciendo ricos. Porque además esos protectores igual deambulan por las noches.

Aquellos que se bañan de pureza, de pulcritud, son los primeros que ante la presencia de Dios, serán exhibidos, porque sólo ahí es donde no podrán ocultar su verdadero rostro. Sólo ahí serán despojados de su disfraz de honorables, porque aquí en la tierra han sido tan astutos que engañaron a todos, inclusive a ellos mismos.

La transparencia es un tema de honorabilidad, de justicia, de poder mostrar lo que uno tiene, pero en verdad lo que uno tiene, no lo que te dicen que pongas, para pasar por la vida, como un ser pobre. La transparencia no siempre es honestidad, es engaño, es vileza, es mostrar un papel en donde tú, sujeto, dices lo que quieres declarar, pero lo que no, porque no está a tu nombre, no lo declaras, pero sabes en el fondo de tu ser, que eso que está creciendo de manera descomunal y ofensiva, es tuyo.

Cuántos hay por esta vida deambulando entre la pobreza y la riqueza simulada… Al que le venga el saco que se lo ponga…