José Martínez
El orden es un elemento básico. Sirve para todo. Nos ayuda a tener una mejor imagen y es hasta sinónimo de responsabilidad.
Lo que sucede en la Villa Ocuiltzapotlán, en el caso del ambulantaje es todo lo contrario al orden.
Hace unos días en esa zona fue inaugurado el mercado público, y con esta obra se pretende que los ambulantes no estuvieran a la orilla de las calles, donde no se puede transitar, no se puede tener un respiro, porque las principales arterias están saturadas.
El proyecto se venía comentando desde inicio de este gobierno, y al fin se concretó. Actualmente cuenta con 242 locales, y viene un confort a los que por mucho tiempo estuvieron vendiendo en las banquetas.
Es un centro de abasto amplio que permite el orden, sobre todo para que los ciudadanos vayan y compren a gusto.
Sin embargo, a los alrededores llegaron nuevos ambulantes, quienes otra vez se adueñaron de las calles y no permiten que haya una armonía.
Las autoridades dijeron que no permitirían esos abusos, y cumplieron, porque ayer un grupo de elementos de la policía del estado acudieron temprano a esa parte de la ciudad para invitarlos a retirarse.
Estamos en el entendido de que es una forma de sobrevivir, pero no es la correcta, ya que, subrayamos de nuevo, el orden es lo primordial.
Existe un reglamento en el municipio de Centro que no permite más ambulantaje. Algunos de los vecinos de Ocuiltzapotlán dijeron que estaban a gusto con el nuevo mercado, pero que no se esperaban que el problema de ocupar de nuevo las banquetas regresara.
Fue un mal de años, y que ellos solicitaban a cada gobierno que llegaba, incluso se convirtió en un tema de campaña, pero en la realidad no se cumplía. Y ahora que se llevó a cabo la construcción es el momento indicado para decir que no haya más ambulantes.
Las calles necesitan espacios. Esa villa necesita verse bien para los visitantes, ya que desde Villahermosa muchas personas acuden a esa parte del municipio a realizar sus comprar por a peculiaridad de los productos.
De acuerdo con el delegado de la villa, Miguel Ángel Magaña Hernández, eran al menos 20 los vendedores que se habían instalado en la zona, mismos que provienen de otras partes de la ciudad.
Ahora, gracias al operativo se puede caminar a gusto, y por debajo del puente de la villa se ve despejado. Orden, señores, no se pide más.
HABERES
La Secretaría de Bienestar, Sustentabilidad y Cambio Climático informó que en marco de la entrada en vigor de la Norma Ambiental Estatal, se realizó la clausura de varios comercios ubicados en la Central de Abastos de Villahermosa, por vender contenedores de unicel para alimentos y bebidas. La dependencia exhortó a propietarios de locales retirar ese tipo de contenedores de forma permanente. Habrá que buscar cómo sustituir sin incrementar costos al consumidor.
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