Luis García
Dos puntos que tienen que ver con el mismo tema es lo referente, primero a la manifestación multitudinaria de este primero de diciembre en el zócalo de la CDMX, convocada por el presidente López Obrador y el segundo es el inicio del semáforo verde en la entidad a partir de hoy lunes, cuando se publique el decreto donde se da a conocer la decisión gubernamental y las medidas extraordinarias que se deben de aplicar. Ambos tienen que ver con el Covid-19, pues en el primer punto se ve con suma preocupación la decisión del presidente de convocar a sus militantes a una manifestación masiva que pueden pasar de más de 100 mil reunidos en toda la periferia del centro histórico de la capital del país.
Los críticos al mandatario han señalado como descabellada la propuesta de congregarse porque puede llevar a un rebrote importante del virus en la CDMX. Mientras que los asiduos a la 4T han expresado que si se realizó ya la Formula Uno en la Ciudad de México y nadie dijo nada porque no ahora el encuentro morenista. En cualquiera de los dos puntos hay razón, sin embargo, quiero pensar que la decisión presidencial se da luego de haberlo consensuado con su equipo en materia de salud y seguridad quienes asumirán toda la responsabilidad si algo malo llegará a suceder.
En verdad espero que no pase nada, que la gente nunca se quite el cubrebocas, que lleven su gel antibacterial, no se si pueda haber sana distancia, pero confiemos que no pase a mayores.
El segundo punto es el semáforo verde en Tabasco, pues tiene que ver con cada uno de los que vivimos en esta tierra y que hagamos caso a las indicaciones que se nos dan en el nuevo decreto, pero además a lo dicho por la iglesia católica a través del obispo Gerardo de Jesús Rojas, quien indica que debemos cuidar la salud y a la familia. En el decreto se indica que los distintos rubros como establecimientos de abasto y suministro de alimentos, alimentos preparados, industria de hospedaje, hoteles y moteles, plazas comerciales, los cines y teatros, además de gimnasios, centros religiosos, circos y espectáculos de carpa, eventos masivos, conciertos, desfiles, eventos científicos, culturales y deportivos, salón de fiestas o eventos privados todos al 75%.
Lo anterior me parece interesante, el problema es que no se tiene el personal suficiente para poder vigilar que todo ello se cumpla. Tan sólo les diré que, en el caso de los centros de abasto, ¿quién controla las entradas?, nadie. Usted va al mercado principal de la ciudad, el Pino Suárez, o al de la Sierra, no hay ningún control en las entradas.
El mantenerse con el cubrebocas colocado correctamente, así como llevar gel antibacterial, es una decisión de cada uno de nosotros y de nadie más. Así se tiene que ver…
Facebook
Twitter
YouTube
